En la playa de Horcas Coloradas aun se notan los efectos del temporal de azotó la ciudad de Melilla. En apenas cinco horas cayeron 42 litros por metro cuadrado, que unido a las fuertes rachas de viento de hasta 90 kilómetros por hora y las olas de más de 9 metros causaron serios destrozos. El servicio de ferry tuvo que ser suspendido por el fuerte oleaje y las condiciones climáticas.
A estas alturas la mayoría de los efectos todavía son bastante notables. Gran parte del mobiliario urbano se ha deteriorado con bancos completamente destrozados, basura esparcida por el suelo, palmeras arrancadas, papeleras tiradas y todo tipo de desperdicios arrinconados en el suelo. La arena también invadió gran parte del paseo marítimo que se vio muy perjudicado por las fuertes lluvias. Incluso parte del suelo ha quedado dañado con varias baldosas partidas y alcantarillas repletas de arena. Lo que hace complicado pasear por los alrededores.
Pero la borrasca Ciril no solo ha provocado desperfectos en el paseo marítimo, las playas están llenas de basura que ha sido arrastrada hasta la orilla formando islas de plásticos y deshechos como botellas, latas de refrescos o zapatos entre otros objetos justo cuando llega el buen tiempo y apetece más dar un paseo, hacer deporte o tomar el sol en la playa.
Las instalaciones deportivas de la playa también han sido sepultadas por la arena por lo que están totalmente impracticables.
Efectos muy similares se han visto en el resto de platas del litoral melillense como la playa de La Hípica o la playa de San Lorenzo entre otras, aunque después del arduo trabajo de 90 operarios de la Consejería de Medio Ambiente de la ciudad autónoma, ya han conseguido devolver la normalidad a esa zona. No sabemos cuando empezarán las labores de limpieza en la playa de las Horcas Coloradas a poco tiempo de que comience la temporada de playa.