Después de la victoria electoral de Donalt Trump en los Estados Unidos de América, una de sus grandes bazas es establecer la paz en Ucrania en 24 horas. Evidentemente eso sería llegar a ella el 21 de enero del 2025, ya que no será presidente de la Nación hasta el día 20 de ese mismo mes.
Ya hay un borrador preliminar que ha salido a la luz en el que pone sus bases, como ejemplos básicos: que el territorio ganado por Rusia, se lo quedan los rusos, cuando llegue la fecha del fin de las negociaciones, que Ucrania no entre en la OTAN en un mínimo de tiempo de veinte años, los EE.UU. Seguirán suministrando armas a Ucrania como elemento disuasorio para su seguridad territorial y serán los soldados europeos quienes establezcan un frente de mil quinientos kilómetros como territorio de nadie.
Rusia pone como objetivos los mismos que se marcó en un principio, que el Ruso sea idioma oficial en toda Ucrania, que Ucrania no entre en la OTAN nunca y anexionarse la totalidad de las repúblicas que ha conquistado, además de que el país cosaco tiene que pagar la reconstrucción de los daños creados en el Dombás desde 2014. Además el patrimonio religioso ruso en Ucrania debe de regresar a manos rusas y tener libertad de credo.
Creo que la paz de Trump es viable para Moscú, porque las negociaciones no llegarán hasta que los rusos no hayan tomado el territorio que requieren y Europa va a enviar allí a menos de tres mil soldados; esa cifra muere allí en tres o cuatro días de combate y repartidos en mil quinientos kilómetros es una presencia meramente protocolaria.
Desde mi perspectiva, si la Unión Europea, que ya no pinta nada en ningún sitio; ni en África, quiere seguir existiendo como una entidad propia y no como una simple colonia o área de influencia estadounidense, donde las elecciones de los EE.UU. Importan más a los europeos que los propios comicios del Parlamento Europeo, debería de matizar y argumentar esa paz propuesta por Trump.
Para evitar un nuevo conflicto en la zona, las regiones o oblats rusófonos de Jarkov, Chemigov, Mikolaev y Odesa, deberían de ser estados libres asociados a Ucrania con sus propios ejércitos locales y el idioma Ruso ser cooficial en estas zonas autonómicas. En el resto de Ucrania el idioma oficial debería de ser el Ucraniano. Aunque el Ruso sería ‘legal’ en todo el territorio.
El ruso sólo sería oficial en los territorios anexionados a Rusia, pero estas zonas serían reconocidas oficialmente como rusas a condición de que en un tramo de tres años, Rusia se tiene que comprometer a hacer un referéndum en las regiones conquistadas con observadores internacionales. Y la anexión se haría refrendada por la ciudadanía.
El 77% de los ucranianos están de acuerdo en dar a Rusia el suelo conquistado, pero no el suelo que es ucraniano y que ha sido defendido con sangre ucraniana. Este referéndum hay que hacerlo oficial también antes del 20 de enero; pienso yo, y estaría bien que se hiciera a petición de la Unión Europea.
Una vez establecidos los márgenes y el territorio, las tropas europeas deberían de dejar al ejército de las Naciones Unidas que mantengan esta línea de seguridad requerida por Trump. También es muy importante, tanto como lo es la paz en Ucrania, sería que los EE.UU. Abandonasen sus bases militares más allá de Berlín, además de que las naciones cercanas o fronterizas con Rusia no tengan misiles furtivos o a larga distancia, 250 km máximo. Y lo mismo tiene que ser con las capacidades furtivas de los aviones. Esto debería redundar y cambiar en el mejor armamento en defensa de que dispongan los EE.UU.
La UE debe de negociar y establecer su Protocolo de Seguridad y pactarlo directamente con Rusia. Y negociar con Moldavia el hecho de que Transnitria sea un Estado Libre unido a Moldavia en un plazo entre cinco y siete años.
A pesar de que las bases de esta plan de paz sean idea de Trump y lo lleven a cabo los EE.UU. Los unionistas europeos, liberados por Francia, podrían matizarlo y darle forma, acercando positivamente a Ucrania, si hace las reformas políticas y sociales necesarias, a ser un miembro de la Unión Europea y ser así el Irán occidental que tanto necesitamos para tener una independencia energética. Además de hacernos de notar y respetar en el orden político mundial