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La menor de tres años fue enterrada en la tarde de ayer en el cementerio musulmán
La niña de tres años que falleció en la madrugada del lunes al martes, pocas horas después de recibir el alta en el Hospital Comarcal, no fue atendida por un pediatra en su primera visita a Urgencias. Así lo indicaron ayer fuentes cercanas a la familia a El Faro. Las mismas fuentes explicaron a este periódico que cuando los padres llevaron a su hija por primera vez a Urgencias, fue atendida por un urgenciólogo para tratar sus problemas respiratorios. Según señalaron, el médico de urgencias logró estabilizar su sistema cardiorrespiratorio, por lo que no fue derivada a un pediatra. La niña recibió el alta y abandonó junto a sus padres las dependencias del hospital. Horas más tarde, los progenitores acudieron de nuevo a Urgencias con su hija. Desde el Ingesa apuntaron a este periódico que cuando la niña fue atendida una segunda vez por los profesionales, ya se encontraba en parada cardiorrespiratoria. Desde el instituto sanitario aseguraron que tanto el pediatra como el médico de la unidad de cuidados intensivos realizaron maniobras de reanimación, pero no pudieron hacer más que certificar su muerte.
Autopsia clínica
Según el Ingesa, los profesionales ofrecieron a los padres, tras asegurar el fallecimiento, la posibilidad de practicarle la autopsia clínica. No obstante, éstos no aceptaron dicha opción. En la mañana del pasado martes los padres de la niña fallecida fueron recibidos en el hospital por el mismo pediatra que intentó reanimar a su hija la segunda vez que acudieron a Urgencias. El médico les hizo entrega del certificado de defunción. Fue entonces cuando los profesionales recordaron nuevamente que podían practicarle la autopsia clínica para determinar la causa exacta de la muerte. Una vez más, los padres rechazaron dicho análisis. La niña fue enterrada ayer a las 13:30 horas en el cementerio musulmán de la ciudad.