Las fiestas religiosas son las propias de cada comunidad y sólo el hecho de que estemos bajo la tradición occidental hace que algunas de esas fiestas, sean a su vez fiestas laborales. Todas las fiestas componen el patrimonio socio-religioso común de Melilla y resaltar las que correspondan a cada momento, no supone menoscabo de las demás. Aquí irá instalado el Belén y lo más propio sería que en vez de esta leyenda anodina y ornamentación de tarta de cumpleaños, figurase la palabra "Feliz Navidad" y la estrella de los Reyes Magos como mínimo. La Navidad tiene una simbología específica que poco a poco va desapareciendo de la iluminación navideña de todas las ciudades, desdeñándose símbolos propios por otros de tradición nórdica, como Papá Noel. Mientras se mantenga el Belén, debería completarse con su ortamentación correcta.
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