Ni la lluvia ni el granizo pudieron con la tradición de la noche San Juan en Melilla. Cientos de personas se acercaron a la playa de San Lorenzo anoche para ver la hoguera de la candelaria de este año, en la que el faro de la ciudad era uno de los principales protagonistas.
Poco después de las 23:30 horas los ciudadanos comenzaban a tomar posiciones para poder disfrutar del espectáculo de una de las noches más mágicas del año.
Unos minutos antes de que el reloj marcara la medianoche el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, llegó hasta la zona para iniciar la ‘cremá’ de la hoguera, como es tradición. Junto a él el viceconsejero de Festejos, Francisco Díaz, encargado de la organización del evento, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani y algunos miembros del Ejecutivo local, presenciaron el acto.
Los melillenses ‘quemaron’ los malo y trataron de atraer lo bueno para los próximos meses. Unos en la calle y otros en casa, se unieron a los tradicionales ritos con los que cada año esperan que a partir del 24 de junio las cosas vayan un poco mejor que hasta ese momento.
Eso sí, a los que pretendían pasar la noche con una ‘moraga’ a la orilla de la playa, la lluvia y el granizo les aguó la fiesta y tuvieron que recurrir a un plan b para comer los pinchitos y beber la cerveza que habían comprado horas antes.
Si las supersticciones se cumplen (el año pasado lo hicieron) y la climatología de la noche de San Juan marca la tendencia del tiempo de este verano, parece que los melillenses no van a disfrutar de un periodo estival muy soleado. Este año Lorenzo se está haciendo esperar. No obstante, a pesar de todas las dificultades, la mayoría acabó la noche con una sonrisa. Aunque sólo sea por unas horas, sintieron que la magia podía lograr que la suerte se pusiera de su lado. Dentro de 365 días tocará hacer balance, para comprobar, si los ritos surtieron efecto y lo malo se alejó.