Los abuelos de los melillenses que ya peinamos canas siempre nos contaron que en los peores momentos de la ciudad, cuando las huestes de Abdelkrim llamaban prácticamente a la puerta de Melilla, la llegada de La Legión fue recibida como agua de mayo, como la gran salvación que la población esperaba, ya desesperada por los acontecimientos que se aproximaban.
Quizás por eso ha existido siempre una unión muy especial entre La Legión y los melillenses, algo intangible pero que ha estado ahí y que hemos presentido desde la niñez oyendo las historias de nuestros mayores, episodios que hemos transmitido a las nuevas generaciones de muchos modos, incluso con el canto de “El novio de la muerte”, inherente al Tercio y a su solemne Acto a los Caídos.
La Legión ha cumplido ciento dos años de historia, una historia jalonada de épica y paralela a la de la propia ciudad en una interrelación que Melilla vive sin complejos y sin esfuerzos.
Desgraciadamente, la pandemia frustró en 2020 todos los preparativos del centenario, una fecha que merecía una relevancia que no puedo tener por el maldito coronavirus pero que no pasó desapercibida para el melillense de a pie, que aquel 20 de septiembre recordó el nacimiento de una unidad que se ha convertido en la élite del Ejército español protagonizando una modernización que ha sido ejemplar en sus misiones en el exterior.
Melilla no sería sin La Legión como La Legión no sería sin Melilla. Hay entre ellas una unión indivisible que no se deja manipular por polémicas interesadas porque La Legión es un poco de todos los melillenses, la tenemos siempre como referente y no poco es el orgullo que sentimos cuando nos representa en el desfile del 12 de octubre, por cierto próximo a celebrarse.
Mucho camino queda de recorrido para ambas, para Melilla y para La Legión, pero pase lo que pase, el vínculo nunca podrá ser destruido entre ese mundo militar y la vida civil en la ciudad porque han sido muchas las generaciones que la han sentido a La Legión como suya desde aquel mes de julio de 1921 cuando, según contaban los abuelos, arribaron al puerto para dar consuelo y seguridad a una población aterrorizada por lo que sucedía solo unos kilómetros hacia el interior de Marruecos.
Feliz 102 aniversario a La Legión, feliz encuentro con Melilla y feliz futuro siempre juntos.