La Guardia Civil rescató la noche del pasado martes en el puerto comercial a nueve personas, cinco de ellas menores de edad, que se habían introducido en un habitáculo construido a modo de doble fondo practicado en un remolque articulado allí estacionado, y que se encontraba vacío, sin carga.
La presencia de estas personas fue detectada en el control rutinario que realiza la Benemérita en el interior del puerto comercial de los containers, bateas, camiones y otros elementos de carga, preparados para embarcar en los buques de retorno a la península.
El objetivo de estas intervenciones es evitar que personas se introduzcan en habitáculos o lugares peligrosos y pongan en riesgo su integridad física. Además, los agentes controlan de esta forma la inmigración irregular.
El hallazgo se produjo al olfatear uno de los perros encargados de detectar personas ocultas la posibilidad de que hubiera alguien dentro. De esta manera, se puso en marcha el protocolo establecido en estos casos.
Doble fondo
El doble fondo había sido construido al superponer un panel de chapa de las mismas características que el original, al final del habitáculo de carga, fijándolo con una estructura de madera y pintándolo por fuera del mismo color. Así, se ocultaba la manipulación, que se presume fue llevada a cabo en algún lugar de la ciudad, fuera del puerto, donde se deja estacionado tras la descarga de la mercancía.
El hueco construido tiene unas dimensiones de 70 centímetros de profundidad por 2,45 metros de alto y 2,50 metros de ancho.
En buen estado de salud
El habitáculo ocultaba a nueve personas que fueron rescatadas y auxiliadas a salir de tan reducido espacio. Todos estos individuos se encuentran en buen estado de salud, según informó la Guardia Civil a través de un comunicado de prensa.
En el interior del habitáculo construido se localizaron también agua y diversos alimentos para la travesía.
Todos los rescatados son varones de nacionalidad marroquí. Cinco son menores de edad, que fueron puestos a disposición de los Servicios Sociales de la Ciudad Autónoma de Melilla.
Ninguno de los adultos disponía de documentación. De este modo, todos ellos fueron trasladados a dependencias del Cuerpo Nacional de Policía, pues así lo establece la Ley de Extranjería que está actualmente en vigor en nuestro país.