El regalo de estas vacaciones de Navidad ha sido de caos en la frontera. A lo largo de estas últimas jornadas se han venido sucediendo largas filas de vehículos y personas para salir hacia el país vecino.
De hecho, el mediodía de este domingo 22 de diciembre, las imágenes del paso fronterizo de Beni-Enzar ofrecían un escenario de un paso continuo de viajeros hacia Marruecos.
El tráfico de vehículos y personas a pie era continuo, aunque lo era especialmente para cruzar al otro lado. Residentes y viajeros confirmaron a este medio que este fin de semana se ha venido produciendo un tránsito muy superior a otras jornadas, aún siendo estas otros días festivos.
Pese al embolsamiento de vehículos para cruzar, las escenas de este domingo no tenían nada que ver con otras jornadas como el pasado jueves, cuando comenzó esta operación salida en nuestra ciudad.
Los agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado desplegados en la zona desarrollaban su labor dirigiendo a los vehículos y evitando posibles incidentes derivados de las aglomeraciones.
El Faro se ha acercado en la mañana de este 22 de diciembre a las inmediaciones del perímetro fronterizo para preguntar a los melillenses que entraban y salían de nuestra ciudad, procedentes del país vecino, cómo estaba la situación en esta jornada.
Largas filas
A pocos días de la Navidad, el paso fronterizo mostraba las escenas que ya son habituales del lugar, con vehículos entrando y saliendo y viajeros esperando al autobús de la COA. Sin embargo, en esta jornada también han dominado las quejas de melillenses acerca del tiempo de espera para cruzar hacia la ciudad.
Las esperas, aunque tónica habitual, son duras, por lo que no era extraño ver a los niños jugando entre los coches o a hombres y mujeres desesperados, paseando por la zona dejando su automóvil abierto o aprovechando para planificar los próximos días con la familia.
Fatima y su hija se disponían a cruzar a pie al país vecino. Ambas llevaban varios paquetes y un carrito, por lo que se anticipaba una estancia larga en Marruecos.
En el caso de Younes, este joven iba a cruzar con unos amigos en el vehículo de un miembro del grupo. Su estancia, por contra, no será tan larga. Tan sólo, dijo, dar una vuelta y comer algo.
"Es lo de siempre, nos comemos estas filas, pero tenemos que salir aunque sea un rato y despejarnos".
Karim se hallaba en su coche, junto a su familia, planificando su estancia en el país vecino. Aprovechando las vacaciones escolares de sus hijos, este padre se disponía a pasar unos días con su familia.
Este melillense parecía haberse resignado a mantener estos tiempos de espera, especialmente cuando el paso coincide una festividad o un simple fin de semana. No obstante, sus denuncias no dejan de producirse ante una situación que calificó de "atropello" a la sociedad.
La situación para cruzar a Marruecos contrastaba con las escenas para entrar a Melilla. Si bien un domingo por la mañana el paso es más fluido, en contraposición a las tardes y las noches, cuando las filas pueden tardar horas; en esta jornada se ha desarrollado un tránsito mucho más seguido, al haber un número menor de melillenses retornando.
La previsión de la vuelta de los melillenses de su estancia en Marruecos por las fiestas se prevé complicado. En el lado de Beni-Enzar ya se anticipan unas esperas complicadas para retornar.