LA FRONTERA con Marruecos seguirá cerrada, al menos, todo el mes de septiembre. Así los refleja el Boletín Oficial del Estado, donde se publicó la prorroga del cierre el pasado lunes. Melilla continuará así viviendo una situación inédita durante tanto tiempo, con los pasos fronterizos clausurados y detenido el tráfico de personas y mercancías.
El argumento para que la frontera con el país vecino siga clausurada es la pandemia de coronavirus y el riesgo a que los contagios se disparen una vez se abra la puerta pero la realidad es que el cese del tráfico entre nuestra ciudad y Marruecos tiene consecuencias muy dolorosas, tanto a nivel social como a nivel económico.
A nivel social hay familias y amigos que llevan sin verse desde hace más de un año y cientos de trabajadores transfronterizos que se quedaron varados en la ciudad lo pasaron realmente mal durante demasiado tiempo. A nivel económico a nadie se le escapa que el hecho de que la frontera permanezca cerrada perjudica a empresas de este y del otro lado de la valla, así como a cientos de trabajadores.
También resta por conocer cuando se reabra el paso en que condiciones se hará. Parece claro que el comercio transfronterizo va a quedar eliminado de la ecuación y es muy posible que se endurezcan los requisitos y trámites para poder acceder a la ciudad. En unos meses los sabremos pero todo apunta a que la frontera no será la misma que hace poco más de un año.