Desde la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de la Unión General de Trabajadores (UGT) de Melilla han solicitado a la Administración correspondiente que tome las medidas oportunas que garanticen la seguridad de los trabajadores de seguridad privada del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
El secretario general de la Federación, José Luis Faus, ha insistido en la necesidad de dotar el rango de agentes de la autoridad a los profesionales de la seguridad privada en el territorio.
"Ha sido portada y todos conocemos las agresiones que estos profesionales de la seguridad vienen sufriendo en la ciudad autónoma. Pero poco se habla de la situación que la falta de seguridad jurídica provoca a los trabajadores de seguridad privada del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla".
Faus ha recordado que desde la Federación tuvieron conocimiento por parte del Comité de Empresa de Seguridad del CETI de un episodio acaecido el 8 de diciembre, a las 21:40 horas, de una gran riña con cuchillos de grandes dimensiones con un usuario del Centro. Ha afirmado que de no haber intervenido los vigilantes, el final de la pelea hubiera sido diferente.
"Aún a riesgo de su propia integridad tuvieron que desarmarlo y entregarlo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que en ese momento también estaban en apoyo de los vigilantes y que posteriormente condujeron al residente, para su denuncia, a la comandancia de la Guardia Civil".
La Federación ha querido dejar claro al respecto que en ningún caso el atacante entregó el arma de forma voluntaria, puesto que como dijeron, en contra de lo que se ha pretendido hacer creer, las lesiones de los vigilantes demuestran el forcejeo y no la buena voluntad del supuesto agresor con arma blanca.
"Vaya por delante nuestro apoyo y reconocimiento a todos estos profesionales que poco se les nombran y que tanto hacen por nosotros".
Incidente
El pasado 8 de diciembre, un usuario del CETI, de origen colombiano, protagonizó un incidente con un cuchillo en el Centro.
Según la versión de un empleado del CETI, el incidente se desencadenó cuando el residente, bajo los efectos de las drogas, amenazó con un cuchillo a varios vigilantes. La situación se puso tensa y los vigilantes, con la ayuda de la Guardia Civil, lograron reducir al individuo y confiscar el arma.
Sin embargo, la Delegación del Gobierno ofreció una versión ligeramente diferente. Según esta versión oficial, el incidente comenzó con una discusión entre dos residentes, durante la cual uno de ellos amenazó al otro con un arma blanca. Al ser alertado, el individuo con el cuchillo se presentó voluntariamente en el puesto de control, donde sacó el arma y amenazó a los vigilantes.