Durante la pandemia, muchos negocios tuvieron que cerrar. Con la frontera abierta, los melillenses consideran que hay más vida en la ciudad aunque no como antes. El Faro ha salido a la calle para ver qué piensan los ciudadanos sobre la economía de Melilla.
La economía de la ciudad, mientras no le de la real gana a Marruecos de dejar pasar las mercancías propias de un transeúnte, y mientras el inútil gobierno central y autonómico no hagan presión sería sobre este tema , no solo los comerciantes sino la ciudad entera sufrirá una banca rota para nuestros pequeños comerciantes autónomos.