Este ha sido el primer fin de semana desde que se publicara en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el fin de los requisitos sanitarios para cruzar la frontera de Marruecos a Melilla. El Faro ha estado en la frontera de Beni Enzar este domingo por la tarde para comprobar si la eliminación de las restricciones ha favorecido la fluidez de paso.
"Que va, llevo dos horas en la cola. Estoy reventada, ahí de pie andando", se quejaba Malika. Esta melillense fue a Marruecos este fin de semana a ver a unos familiares y aseguró que la situación en la frontera era muy mala, a pesar de que ya no era necesario enseñar el pasaporte covid. Y no solo era cosa de la cola de transeúntes, Malika explicó que la cola de coches llegaba hasta el puerto en la parte de Marruecos.
"No ha cambiado mucho", comentó también a El Faro Karima, otra encuestada por El Faro que comparte la misma opinión. Ella tardó más de dos horas en cruzar la frontera a pie hasta Melilla. Para ella es mucho mejor no tener que enseñar el certificado covid para poder entrar a su ciudad aunque afirmó que eliminar la obligatoriedad de enseñar este documento, no agiliza los trámites para entrar.
"Se tarda lo mismo, he tardado unas tres horas en entrar andando", dijo Amin. Para él, no solo no ha visto reflejado que las medidas para entrar sean más laxas sino que insiste en que ha tardado más que otros días en llegar a la ciudad.
En esto, la mayoría de melillenses encuestados por este diario coinciden. No tener que enseñar el pasaporte covid para entrar a Melilla no sirve de mucho y las colas siguen la normal general en la frontera, ya se a pie o en vehículo, según la mayoría. De media este domingo, se tardaba unas tres horas en entrar a Melilla a pie. En coche, prácticamente igual.
"El pasaporte covid era enseñarlo y ya está", comentó Hamid. Este encuestado considera que quitar el pasaporte covid no afecta a la rapidez de paso porque en lo que más se tarda, según él, es en sellar el pasaporte. Él entró a Melilla en moto este domingo y, afortunadamente, tardó 45 minutos.
Para agilizar de verdad la frontera, él cree que habría que quitar el sellado del pasaporte cuanto antes. "No merece la pena", insistió. Hamid destacó que si hubiera una mejor oferta de barco para viajar a la península, no saldría a Marruecos los fines de semana.
Un melillense que llegaba a la ciudad es Nordin. "No veo la diferencia", recalcó al igual que el resto de encuestados. Él cruzó este sábado a Marruecos en coche y tardó unas tres horas de media en cruzar la frontera. Este domingo a su vuelta más de lo mismo. Seis horas en total entre ir y volver. Este melillense está ya harto de que la situación en la frontera siga estando igual desde que abrió.
La tardanza en la frontera desespera a más de uno. A algunos melillenses como Mimun les supera. Para él no merece la pena entrar y salir de Melilla por la frontera, pero no le queda más remedio que hacerlo cada semana. Mimun tiene una hija pequeña, Asia, con la que vive en la ciudad, pero su mujer vive en Nador, así que suele ir mucho por allí cuando no tiene que estudiar.
Mimun no es el único que se quejó por el tiempo de espera. Tener que estar esperando durante horas para las personas mayores o para las familias con niños se hace muy complicado.
"Estamos agobiadas de la cola, de aquí y de ahí", comentaron a El Faro Rachida y Nisa. Estas melillenses aseguran que si no fuera porque se sienten obligadas de ir a Marruecos a cuidar de sus familiares enfermos, se quedarían en Melilla. "Estamos sufriendo lo mismo", dijo Rachida.
Ella no ha visto una mejoría en la fluidez de paso en la frontera desde que han quitado los requisitos covid y afirma que en Melilla está mucho mejor que perdiendo el tiempo en la frontera. "No merece la pena, hay mucha cola", añadió. En este domingo ha estado en cola durante dos horas, un tiempo parecido al que tiene que aguantar cada fin de semana que va. "Todos los fines de semana es lo mismo", recalcó a este diario Nisa.
"Ahora mismo es terrorífico". Así calificó la tardanza en la frontera Yasmina. Esta melillense volvía a la ciudad junto con toda su familia, incluyendo sus hijos pequeños. Uno de ellos tiene un poco más de un año y para ella es imposible entretenerlos durante tanto tiempo. Han estado en la cola casi tres horas. "El niño no sabe, da igual que lleves refrescos o caramelos que no se entretienen", remarcó.
"Esto es la semana de Halloween", bromeó. Para ella, este domingo sobre las nueve de la noche había una cola de aproximadamente unas cuatro o cinco horas para pasar.
Yasmina pide a Delegación soluciones. Para ella la Ciudad debería hablar con el presidente del Gobierno para que se pusiera de acuerdo con Mohamed VI en buscar una solución lo más pronto posible. "No van a tener nunca un acuerdo", se lamentó.
Esta melillense recuerda las palabras que le comentó un hombre en Marruecos hace ya unos años. Este, explicó, le dijo que algún día los melillenses iban a estar en la frontera esperando el mismo tiempo que las marroquíes que pasaban la frontera cada mañana para entrar a Melilla a trabajar. "Me dijo aquí vais a sufrir igual que ellas", recordó para añadir "pues sí, correcto, incluso más".