Sabía que llevaba droga oculta en el coche y reconoce que lo hizo por dinero, pero dice que sufría un brote de su enfermedad. El abogado defensor pidió ayer una rebaja de la pena que la Fiscalía pedía a su cliente por un delito contra la salud pública, alegando el trastorno bipolar que el acusado, residente en Almería, padece desde hace años y que no sigue ningún tratamiento médico. En la Semana Santa de 2011 el acusado planeó un viaje a Marruecos para transportar a la península dos kilos de hachís, pero cuando fue sorprendido en el puerto, ‘le habían metido en el coche’ más de 18 kilos, según dijo. Ayer en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal número 2, el acusado aseguró que un hombre llamado Jaime le propuso en Almería este “viaje” y presionado por su situación económica y en medio de un brote de su enfermedad, según declaró, aceptó el encargo. “Todavía no sé por qué lo hice. Fue la primera vez y aún no llego a entender por qué hice eso”, aseguró.
El abogado defensor puso de relieve en el juicio la actitud colaboradora de su cliente, tras la detención el 28 de abril de 2011 en la Estación Marítima de Melilla, pues facilitó a los agentes el número de teléfono del tal Jaime, el hombre que supuestamente le hizo el encargo. Así lo confirmaron dos guardias civiles que declararon como testigos, mientras que dos médicos aseguraron al juez que el procesado padece dicha enfermedad y señalaron que necesita de un tratamiento médico continuado. De hecho, refirieron que los brotes en un enfermo de trastorno bipolar pueden durar semanas y los síntomas son “muy evidentes”, pasando por ciclos de exaltación o agresividad a pensamientos depresivos. El caso quedó visto para sentencia.