En 2010 se trataron 146.615 toneladas de deshechos procedentes de la construcción, mientras que en 2011 fueron sólo 88.982, según Remesa · Sin embargo, los vertidos incontrolados aumentaron.
La crisis económica se ha dejado notar en todos los sectores en España, pero si hubiera que destacar uno, ese sería sin duda el de la construcción. La explosión de la llamada burbuja inmobiliaria fue precisamente el inicio de esta situación económica y la reducción drástica de las edificaciones, su consecuencia directa. Pero además de este efecto, ha habido muchos otros. En Melilla, según los datos de la entidad encargada de la gestión de los residuos, Remesa, en 2011 las toneladas de deshechos procedentes de la construcción se redujeron en más del 39%. Así, según esta información, el vertedero de la ciudad destinado al tratamiento de estos residuos, que se puso en funcionamiento en 2010, pasó de recoger 146.615 toneladas, en los últimos nueve meses de ese año, a sólo 88.982, entre enero y septiembre de 2011.
Las previsiones para el 2012 no son mejores. Según se indica en el informe de Remesa, se espera que tanto este año, como el próximo, la recogida de este tipo de materiales continúe su tendencia a la baja. No obstante, desde Remesa se apunta que es complicado hacer una estimación a más a tiempo debido a la situación actual en la que se encuentra el sector. Además, hay que tener en cuenta que en la ciudad autónoma no se dispone de datos de años anteriores a 2010, en los que probablemente la cantidad recogida fue aún mayor. Esto se debe a que los deshechos de la construcción se dejaban entonces en una escombrera, en la que no se hacía un control de las cantidades que entraban.
En cuanto al tratamiento que se da a estos residuos, los datos de 2010, apuntan que un 66,4% de estos deshechos se reciclaron, o lo que es lo mismo, 97.417 toneladas. Así, se indica que en este punto la ciudad está cumpliendo los objetivos. Sin embargo, el porcentaje de reutilización de los residuos tratados es muy bajo, lo que para Remesa es el primer problema que tendrán que solucionar en el futuro. En concreto, sólo 58,56 toneladas de las más de 146.600 que llegaron al vertedero, fueron recuperadas.
En cuanto al tipo de materiales más habituales que se llevaron al vertedero en 2010, destacan las tierras y piedras, con 69,238 toneladas y el hormigón, con 53,876 toneladas del total.
Pero además de la falta de reutilización de estos materiales reciclados, en la ciudad hay otro problema referente al tratamiento de deshechos de la construcción. Se trata de los vertidos incontrolados, que se producen principalmente en la zona de la pista de carros. Según se indica en el documento de Remesa, a raíz de la puesta en funcionamiento del vertedero, con la obligación de los usuarios de tener que pagar unas tasas, el vertido incontrolado de residuos ha aumentado para evitar pagar este dinero. Así, una vez que los servicios de la Consejería de Medio Ambiente encuentran estos escombros tirados, y sin saber quién ha sido el autor de la infracción, tienen que proceder a su recogida y transporte al vertedero, con los sobrecostes que esto conlleva para la Ciudad. En concreto, en 2010 se recogieron 1.235 toneladas de este tipo de residuos, una cantidad que ha aumentado en 2011, llegando a las 1.591 toneladas.