El jueves 30 de enero tuvo lugar el Día Escolar de la No Violencia y de la Paz. Para su conmemoración, el centro Religiosas María Inmaculada se convirtió en un punto de encuentro para la paz y la no violencia al albergar dos talleres de yoga organizados por la Comunidad Hindú de Melilla. Esta celebración del legado del líder pacifista Mahatma Gandhi, fallecido hace 77 años el 30 de enero, reunió a cerca de cien mujeres de la Ludoteca Hermana Eucaristía,
quienes vivieron una jornada centrada en la liberación emocional a través del yoga.
Guiadas por Maribel Landeira, del Proyecto Yoga Land, las participantes se adentraron en un proceso de autoconocimiento. Cada sesión estuvo diseñada
para fortalecer cuerpo y mente, creando un ambiente seguro donde cada mujer pudo explorar sus emociones. La atmósfera cálida y acogedora propició un
sentido de confianza y apoyo mutuo, permitiendo compartir historias y vivencias. Este evento no solo resaltó la importancia del bienestar personal,
sino también el papel fundamental que juegan las iniciativas comunitarias en la promoción de valores como la paz y la no violencia.
Uno de los momentos más memorables fue la introducción del tacto consciente. Las participantes disfrutaron de masajes con aceites esenciales
que fomentaron una profunda relajación. Esta experiencia sensorial cerró la jornada con un toque reconfortante, dejando a cada asistente con una renovada sensación de calma interior.
Además de las prácticas físicas, los talleres incluyeron una charla sobre cómo llevar la paz a nuestros hogares y comunidades. Se enfatizó que pequeñas
acciones pueden generar un gran impacto en la creación de entornos más armoniosos. Destacó también la importancia de inculcar valores de respeto y convivencia en los jóvenes para asegurar que el mensaje de paz perdure en las futuras generaciones.
Finalizado el taller, las alumnas del centro junto con la Hermana Reyes, Anju Doulatram, Maribel Landeira y una profesional responsable del evento
realizaron un encendido de velas colectivo en el que cada confesión recitó una plegaria a la paz en su lengua correspondiente. Así, todas las participantes juntas colocaron velas por la paz en un gesto de unión.
La Comunidad Hindú de Melilla y Maribel Landeira expresan su agradecimiento a todas las participantes por su energía y entusiasmo. Mirando hacia el futuro, esperan seguir creando espacios donde el yoga y la conexión personal sean protagonistas, contribuyendo al bienestar emocional y social de nuestra comunidad.