La Ciudad espera construir entre 600 y 700 viviendas esta legislatura

El diputado del PSOE Rafael Robles interpeló este viernes a la Ciudad Autónoma sobre las medidas para el acceso a la vivienda, especialmente en régimen de alquiler y centrándose en los jóvenes.

En el pleno, Robles habló de una baja oferta de viviendas en alquiler y de los problemas que causan en este campo el funcionariado, el profesorado y el alumnado temporales en la ciudad, por lo que urgió al Gobierno local a aumentar la oferta.

Centrándose en los jóvenes, remarcó los problemas que éstos tienen para emanciparse a causa, entre otras, del precio de la vivienda, que ha subido el doble que en el resto de España y cuyo alquiler les cuesta alrededor del 80 por ciento de su sueldo.

Si esto sigue así, dijo Robles, Melilla dejará de ser atractiva para quienes quieren venir a vivir a la ciudad y se preguntó, en estas circunstancias, dónde quiere el Gobierno autonómico alojar a los 5.000 estudiantes universitarios a los que aspira.

El diputado socialista criticó que el programa del Partido Popular (PP) no contuviera ninguna medida de ayuda al alquiler, salvo para los médicos especialistas, y anotó que el Gobierno central ha puesto a disposición de la ciudadanía diversos programas, como el bono del alquiler joven.

Según Robles, uno de los motivos de que apenas haya vivienda pública en alquiler es que casi todas se ponen con opción a compra, por lo que hay que fomentar la construcción de viviendas de alquiler para no dar la espalda a los jóvenes.

Para el consejero de Economía, Comercio, Turismo, Innovación Tecnológica y Fomento, Miguel Marín, la intervención de Robles fue “una antología del disparate”. “Se ha interpelado a sí mismo y al Gobierno central, que en cinco años no ha puesto un ladrillo”, vino a decir el consejero. Además, anotó que el anterior Gobierno, del que el PSOE formaba parte, no hizo ninguna vivienda de protección oficial (VPO) para jóvenes, ni para mayores, ni para familias vulnerables.

También Marín aprovechó para recordarle a Robles que el precio del alquiler depende de la oferta y de la demanda y que el número de habitantes en Melilla bajó en 2.000 entre 2019 y 2023, cuando gobernaban PSOE y CpM.

Frenta a ello, el consejero explicó que la política de vivienda que seguirá la Ciudad Autónoma en esta legislatura tendrá varios ejes. El primero es la construcción de VPO, con dos promociones de 45 viviendas el último trimestre del año, más de 100 en Gabriel de Morales y 50 en la calle Méjico. Son 211 en total, que se suman a otras 250 en el Cuartel de Santiago. En definitiva, espera construir entre 600 y 700 viviendas esta legislatura que se sumarán a las 1.795 construidas durante la anterior época del PP en el Gobierno de la Ciudad.

El segundo es la residencia de estudiantes, que permitirá liberar viviendas ocupadas por éstos y, por tanto, que bajen los precios. Y puede haber más residencias.

En tercer lugar, Marín confía en que la rehabilitación de viviendas pueda poner un mayor número de ellas en el mercado.

Sin embargo, para Robles, todo lo que se ha conseguido en materia de vivienda ha sido gracias al Gobierno central. “¿Qué les cuesta reconocerlo?”, preguntó, y siguió criticando que el Ejecutivo de Imbroda no tiene en cuenta a los grupos vulnerables, sino únicamente a los médicos, que ya tienen suficiente poder adquisitivo.

Para Marín, en cambio, Robles había “mentido descaradamente”, ya que el gran convenio, de 48 millones, se firmó en la época en que Juan José Imbroda era presidente de la Ciudad y Mariano Rajoy, del Gobierno central. El resto, dijo, habían sido “adendas” y repitió que el anterior Ejecutivo local no construyó una sola vivienda.

De la misma forma, el consejero defendió el compromiso de la Ciudad Autónoma con los médicos, porque hay que hacer lo posible por solucionar el problema que ha creado el PSOE, dijo, ya que la sanidad es uno de los aspectos más importantes para cualquier lugar

La oferta cultural

La otra interpelación –que será, dijo Gloria Rojas, su última para “alegría” de muchos– tuvo que ver con la oferta cultural de la ciudad. Em concreto, la dirigente socialista quiso saber cuáles son los planes de la Ciudad para mantener el nivel que dejó la anterior consejera, Elena fernández Treviño, cuya gestión calificó de “brillante” y dijo que había sido respaldada por los ciudadanos.

También criticó Rojas el cierre, durante seis meses, del teatro Kursaal-Fernando Arrabal y dijo que no es cierto que fuera suya la culpa de su “abandono”. En este sentido, se preguntó para qué hacía falta cerrarlo durante tanto tiempo, con el “perjuicio” claro a la ciudadanía, para una obras que apenas había durado dos semanas.

De la misma forma, la dirigente socialista lamentó que la palabra Intercultura no aparezca en el organigrama del Gobierno, ante lo que la consejera de Cultura, Patrimonio Cultural y del Mayor, Fadela Mohatar, le respondió que este es el Gobierno que más se ha preocupado por la intercultura, al contrario que ellos, que usaron, según Mohatar, en su beneficio el diálogo religioso y no dejaron un euro para la interculturalidad.

Recordó la consejera que, en 2019, Melilla estaba plagada de cultura, con el Kursaal, el Auditorium Carvajal o el Palacio de Exposiciones y Congresos (PEC), además de celebrar fiestas de distintas confesiones como el Diwali, Januká, la romería, el Ramadán o la Navidad, además de teatro y organización de numerosos eventos, todo “bien estructurado”.

Según la consejera, si el PP gobernó durante 20 años es porque el pueblo respaldó su gestión y comenzó a describir la situación que se encontraron al volver al poder, “sin dinero para la Feria ni para el Día de Melilla”.

En cuanto al Kursaal, Mohatar admitió que lo cerraron “con tristeza”, pero dijo que lo hicieron porque era necesario un mantenimiento.