El Gobierno local sacó ayer adelante los presupuestos para 2018. Consiguió su aprobación inicial con los votos del Grupo Popular y del Grupo Mixto, mientras que la oposición votó en contra. La Ciudad defendió estas cuentas porque tienen 19 millones de euros para inversiones, otros 50 millones para subvenciones y un incremento de un 14% en el área de Bienestar Social, por lo que contará con 30 millones de euros para políticas netamente sociales. Pero a la oposición no le convencieron estos números y criticaron las ayudas nominativas, la falta de inversiones o que sea el Gobierno local y no el Estado quien tenga que asumir el pago de 1,3 millones de euros para ampliar la bonificación de los residentes en los vuelos a la península de un 50 al 75%.
La primera queja que expresaron Coalición por Melilla (CpM), el PSOE y Ciudadanos (C’s) fue la falta de tiempo que tuvieron para estudiar estos presupuestos, así como para hacer enmiendas. Pero para el portavoz del Grupo Popular, Daniel Conesa, se trata de una “mera excusa”, porque CpM abandonó la comisión en la que se debatían los presupuestos para hacer una rueda de prensa sobre este asunto. Conesa indicó que si el cepemista no se hubiera leído las cuentas, no podría haber hecho esas declaraciones en contra del documento.
Reducida la deuda
La consejera de Hacienda, Esther Donoso, explicó al respecto que la única que estudió los presupuestos fue la socialista Gloria Rojas y que el resto de la oposición había hecho una jornada de brazos caídos porque se entregaron antes del puente de la Constitución. Donoso echó en cara a los diputados de la oposición si es que estaban en el colegio para haberse tomado esos días libres.
La titular de Hacienda fue quien más desgranó las cuentas de 2018, que definió como “realistas, porque son lo que necesita Melilla” y “expansivas, porque han aumentado un 3,21%. Donoso destacó el incremento de un 12% en Presidencia para becas o de un 5,47% de Economía, que cuenta con 600.000 para políticas activas de empleo. Asimismo, subrayó que Promesa tiene una subida de un 28% de su presupuesto y destinará dos millones de euros a incentivar el empleo joven, así como la creación de una Escuela Internacional de Ventas.
La consejera también resaltó que no se trata de un presupuesto continuista, como le afeó ayer la oposición, ya que hay dos grandes novedades: el aumento de bonificación de los vuelos y los ‘minicruceros’ de Turismo.
También hizo hincapié en que se ha reducido la deuda que tenía la Ciudad en 30 millones de euros en los últimos cuatro años. Comentó que en 2016 eran 72 millones de euros la deuda del Ejecutivo local y este año se ha reducido a 57.
Enfados y broncas
Donoso fue una de las protagonistas del pleno, no sólo porque le tocaba hablar de un documento elaborado por su Consejería, sino porque puso mucha pasión en algunos momentos del debate. De hecho, se le llegó a escapar la palabra “coño” y el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, tuvo que llamarle la atención.
La consejera acusó al cepemista Hassan Mohatar de ser “un víctima” y de hacer “pataletas” porque no le gustaban las subvenciones nominativas de los presupuestos debido a que la Comisión Islámica de Melilla (CIM) no recibe ninguna.
Asimismo, Donoso acusó al diputado de C’s Eduardo de Castro, no de ser demagogo “sino lo siguiente”. Y al otro diputado de la formación naranja, Luis Escobar, le afirmó que le había dejado sin palabras con una de sus críticas. La propia consejera reconoció que eso es difícil porque ella “no calla ni bajo el agua”. Escobar indicó que se destinaban 150.000 euros para el cambio de cartuchos de tinta, pero Donoso le corrigió y le aseguró que ése es el dinero para el área de reprografía.
Por su parte, Conesa protagonizó las ‘broncas’ entre diputados. Se enfadó, y mucho, con la socialista Gloria Rojas por decir que no se controla el gasto por la falta de un interventor con habilitación nacional. También discutió con Escobar cuando aseguró que no hubo debate en las comisiones.
La bandera de Palestina
Otra de las anécdotas la creó De Castro cuando aseguró en catalán que iban a votar en contra de las cuentas de 2018: “Votarem no”. Asimismo, acusó a Imbroda de “estar en el mundo de Matrix, como Carles Puigdemont”.
Por otro lado, el cepemista Hassan Mohatar se preguntó por qué se cuenta con un asesor institucional y preguntó con ironía si es que habrá visita de Donald Trump o de Emmanuel Macron.
Aunque sin duda, quien atrajo todas las miradas nada más empezar el pleno fue la diputada cepemista Fátima Mohamed Kaddur, que se puso una bufanda con la bandera de Palestina.
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