La Casa Regional de Ceuta en Melilla, un año más, y muestra de su implicación en las costumbres caballas que datan de finales del siglo XIX, ha llevado a cabo el montaje de su Cruz de Mayo. Esta tradición está muy arraigada en Ceuta, sobre todo a partir del año 1940, cuando el conocido Centro de Hijos de Ceuta convocó un concurso para premiar las mejores cruces de mayo, intentado, con ello, recuperar y fomentar, más aun si cabe, esta tradición cristisna, tradición que llega hasta nuestros días por la activa Casa regional de Ceuta en Melilla.
Tras ser visitada por el jurado oficial, la Casa Regional de Ceuta en Melilla se alzó con el 3° premio del Concurso Oficial de Cruces de Mayo organizado por el área de festejos de la Ciudad Autónoma de Melilla, con una gran participación de cuarenta y cuatro cruces de mayo repartidas por la ciudad.
Este año la Casa regional de Ceuta ha presentado una Cruz con detalles muy elaborados; en su composición puede apreciarse el gran trabajo que se ha llevado a cabo estos últimos días para que estuviera todo apunto antes de su inauguración. Una vez presentada a sus socios la Cruz de Mayo fue bendecida por el vicario espiscopal de Melilla, Eduardo Resa.
Este año se quiso recrear una Cruz muy tradicional haciendo una de las estructuras artísticas que más identifican a la Mezquita-Catedral de Córdoba como son los arcos de medio punto, popularizados por el Imperio Romano hacia los siglos XI, XII y XIII; y sus arcos de herradura, cuyo uso se vio extendido en el arte visigodo a través de manos romanas. Todo ello con un cielo de fondo y una bonita iluminación que realzaba aun más si cabe sus colores y sombras.
La Cruz ha sido realizada de claveles blancos y morados, una cruz bicolor, totalmente diferenciadas; situada en un simulada fuente, creada para la ocasión, en forma de estrella de ocho puntas y forrada de papel impreso adhesivo en forma de mosaico. La fuente, tras un largo trabajo, se consiguió que echara agua dándole ese gran atractivo visual, fresco y sobre todo sonoro al escucharse el agua caer.
Jarrones, macetas, platos cerámicos, vasijas, ánforas, sillas de anea, dos ruedas originales de carretas de madera, una gaviota junto a la fuente representando a nuestra ciudad marinera, sin olvidar el famoso "pero" que cada año está presente.
Son muchos los detalles que pueden apreciarse en esta composición, incluidos la simbología que representa el pan y el vino, símbolo del cuerpo y la sangre de Cristo. Sin duda merece la pena recrearse la vista en esta bonita Cruz de Mayo que, sin duda alguna, hay que visitar.
Además, los miembros de la casa han querido que las patronas de ambas ciudades autónomas, la Virgen de África y la Virgen de la Victoria, compartan protagonismo en la Cruz de Mayo.
La Cruz en su totalidad ha sido realizada por el equipo directivo de la Casa haciendo alarde de un minucioso trabajo en el que han querido representar una Cruz de Mayo muy tradicional creada por manos "caballas".
Tras la bendición se procedió a una copa de vino español entre los asistentes.