La supuesta víctima no aclaró dónde llevaba el preservativo el acusado. La Fiscalía ha recurrido la sentencia.
Un melillense de 32 años ha sido absuelto por la Audiencia Provincial de intentar abusar sexualmente de un menor hace un año en un portal del barrio de El Real, al considerar el tribunal que la víctima no concretó en su declaración dónde llevaba el acusado el preservativo. En un primer momento declaró ante la Policía que lo llevaba en la mano, pero en el juicio afirmó que lo llevaba puesto. Esta falta de concreción en el testimonio de la supuesta víctima impide al tribunal, así consta en el dictamen, emitir un veredicto de culpabilidad al existir una duda razonable. La Fiscalía ha recurrido la sentencia absolutoria para Y.M., para el que solicitaba once meses de cárcel, cuatro años de libertad vigilada y una orden de alejamiento de la víctima durante dos años.
La Audiencia considera probado que el acusado estaba en el portal de la vivienda de la víctima el día de los hechos, el 9 de junio de 2012, y que recibió una paliza por parte del hermano del menor, en busca y captura porque no se presentó al juicio y sobre el que pesa un delito de lesiones. No fue hasta más de doce horas después de lo ocurrido cuando la supuesta víctima y su hermano mayor acudieron a la Policía para denunciar el intento de agresión sexual.
En la sala de juicios, el acusado negó haber ofrecido dinero al menor con el propósito de mantener relaciones sexuales con él y aseguró que se había metido en el portal del inmueble para mantener relaciones con su pareja ocasional, quien también declaró ante el tribunal. Ambos afirmaron que allí no había ningún menor de edad.
Dónde estaba el preservativo
La supuesta víctima, que hoy tiene 16 años, tampoco ofreció un testimonio “hilvanado” suficiente para condenar al acusado, pues únicamente respondía con monosílabos a las preguntas de la fiscal y la defensa. Ello no desvirtúa la credibilidad de su declaración, pero para el tribunal resultó decisivo para la absolución de Y.M. que el menor afirmara que éste llevaba el preservativo puesto en el momento de la supuesta agresión y no en la mano, como dijo en la comisaría de Policía.
La Audiencia cree que no es “materialmente” posible que a la vez que ocurrían los hechos el acusado tuviera tiempo de colocarse el preservativo en el portal mientras cogía al menor de un brazo. “Si el acusado tenía el pantalón desabrochado y un poco bajado –como declaró la víctima–, tampoco se comprende cómo pudo verle el preservativo colocado”, reza la sentencia. El tribunal descarta que el acusado llevara el preservativo colocado desde la calle, pues “no resulta lógico ni normal”. Además, la rápida respuesta del hermano de la víctima, quien bajó al portal desde un segundo piso al oír los gritos de auxilio de su hermano, también presenta una duda razonable para la Audiencia Provincial pues en ese tiempo de respuesta el acusado nuevamente no habría tenido tiempo material de que se colocara el preservativo, aún si lo hubiera llevado en la mano antes de entrar en el portal.
El hermano mayor, acusado de lesiones, en busca y captura
Tras la resolución de la Audiencia sobre el intento de agresión sexual, únicamente falta por enjuiciar al hermano mayor de la supuesta víctima que acudió en su socorro y propinó una paliza al supuesto agresor, como así confesó en la denuncia que interpuso en la comisaría de Policía. Al no presentarse al juicio y estar en paradero desconocido, la Audiencia le ha declarado en rebeldía y está en búsqueda y captura. A causa de la pelea, el supuesto agresor, ahora absuelto, sufrió lesiones de diversa consideración. El parte médico recoge lesiones, como la fractura de la mandíbula y la pérdida de seis muelas. También refleja contusiones en el omóplato y brazo izquierdo. Y.M. fue operado de la mandíbula, lo que le obligó a permanecer tres meses en el hospital.