-
Los sindicatos creen que el acuerdo de la UE con EE UU, conocido como TTIP, sólo “traería desventajas”
Los sindicatos UGT y CCOO siguen manifestando su firme rechazo al TTIP, el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones entre la Unión Europea y Estados Unidos. Entienden que “la liberalización del comercio implicaría una rebaja de las regulaciones que protegen los derechos de ciudadanía en ámbitos como el consumo o el trabajo”. Según Francisco López, secretario general de CCOO en Melilla, el acuerdo de la Unión Europea con Estados Unidos “acabaría con el plus de residencia”.
“Si de momento ya está siendo complicado que aquellas personas que son contratadas en las empresas puedan disfrutar de una serie de beneficios por estar empadronadas en Melilla, la aprobación del tratado eliminaría este derecho, sólo traería desventajas”, manifestó López.
Además, el secretario general de CCOO añadió que, por lo que ha trascendido del acuerdo, éste no reconocería la negociación colectiva, ni el derecho a huelga, ni un salario mínimo y blindaría las privatizaciones de los servicios públicos.
Cambio de impuesto
Por otro lado, Concha López, la vicesecretaria general de UGT Melilla, señaló que el acuerdo transatlántico podría llevar a un cambio en el sistema de impuestos. “Es muy probable que el IPSI se elimine y que la ciudad tenga que aplicar las normas aduaneras de la Unión Europea”, apuntó.
Industria alimentaria
La representante de UGT no sólo alertó sobre las posibles pérdidas en cuanto a derechos laborales, económicos, sino también criticó, entre otros asuntos, las presiones de EE UU para introducir en Europa su seguridad alimentaria. Según López, existe una “extensa lista de diferencias” entre las normas que afectan a la salud y seguridad alimentaria entre la UE y EE UU.
La irradiación alimentaria es “sólo una de ellas”. “Los alimentos irradiados no están adecuadamente etiquetados y el derecho del consumidor a elegir, con suficiente información, no estaría asegurado”, explicó.
Otra diferencia existente en la legislación está relacionada con los pesticidas. Hay una gran cantidad de pesticidas peligrosos permitidos para su uso por EE UU pero que están prohibidos en la UE, además de los distintos niveles de residuos de estas substancias que se permiten en los alimentos que se venden a los consumidores en los Estados Unidos en relación con la UE”, aseveró. López destacó que de los dos sistemas regulatorios sobre pesticidas, el que “mejor” protege a la ciudadanía es sin duda el europeo.
Falta de transparencia
Falta de transparencia es otra crítica que los sindicatos aducen a la hora de referirse al TTIP. La representante de UGT aseguró, en declaraciones a El Faro, que no hay un “diálogo social” y que las negociaciones se están llevando a cabo de una forma “totalmente opaca”.
Además, lamentó que la mayoría de los interlocutores en las conversaciones que los negociadores están manteniendo con organizaciones de la sociedad civil son “lobbies” y “grandes corporaciones”. “Ni los parlamentarios europeos están siendo informados”, indicó. “Así será difícil que la ciudadanía conozca los detalles de este acuerdo”, expresó.