El trono de misterio de Nuestro Padre Jesús en su Soberano Poder a su entrada en Jerusalén, popularmente conocido como ‘La Pollinica’, abrirá hoy y como es tradicional la Semana Santa de Melilla. El trono, llevado por 81 portadores, estará en la calle a las 10 de la mañana para iniciar así su estación de penitencia.
Perteneciente a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Flagelación y Nuestra Señora del Mayor Dolor con sede canónica en la iglesia de la Medalla Milagrosa, ‘La Pollinica’ estará acompañada por Nuestra Señora de Gracia y Esperanza, la Virgen del hermoso manto verde que procesiona a hombro de cien portadores. Ambos tronos estarán en la calle hasta, aproximadamente, las cinco de la tarde, hora en que está prevista su recogida en la misma casa de hermandad.
Si bien es cierto que esta procesión congrega a numerosos fieles a las puertas de la iglesia en el Domingo de Ramos, uno de sus momentos más esperados es la entrada en el Parque Hernández, prevista para las doce y media de la mañana.
Será allí donde cientos de ciudadanos aguardarán la llegada de los tronos, que realizan una larga parada como preludio de su entrada en la carrera oficial, en la Avenida Juan Carlos I, a las 13.30 horas para realizar la estación de penitencia. En tribunal aguardarán el vicario episcopal, Eduardo Resa, y los representantes de la Agrupación de Cofradías de la ciudad, para realizar la correspondiente oración.
‘La Pollinica’ es un grupo escultórico de Cristo Rey en su entrada en Jerusalén compuesto por varias imágenes: Jesús a lomo de un asno, San Juan Evangelista y una hebrea. La obra es del imaginero gaditano natural de San Fernando Salvador García Piñero, conocido como ‘Boro’. Sin embargo, desde hace ocho años y por decisión de la Junta de Gobierno de la cofradía, se retiran las tallas de San Juan y de la hebrea con el fin de aligerar el peso del trono, que cada año sale acompañado de la Banda de Guerra del Tercio Gran Capitán I de La Legión a los sones del famoso ‘Novio de la muerte’.
Detrás de ‘La Pollinica’ procesionará Nuestra Señora de Gracia y Esperanza, una talla de Juan Antonio González García del año 1993 que, como suele ser habitual en las vírgenes, es una imagen de candelero. Luce un bellísimo manto verde, realizado en 1999 por las bordadoras de la cofradía Antonia Valverde, Francisca Campoy y Carmen García Laguna. El mal tiempo hizo que no pudiera estrenarlo hasta la procesión de 2001.
Además, cabe resaltar que en la víspera del Domingo de Ramos, la cofradía celebra la Vigilia de Luz y Esperanza ante la imagen de Nuestra Señora. La característica fundamental de este acto tan íntimo y cada año más celebrado por los fieles, es que la Virgen solo está iluminada por su propia calendaria. Se trata de un momento único en la Semana Santa de Melilla que da opción al recogimiento y a la oración.
Nuestra Señora de Gracia y Esperanza va vestida con una saya blanca y en el pecherín luce el ancla, signo de esperanza entre los cristianos.
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