“He vivido un auténtico infierno y la situación era insostenible”

• Para el talentoso jugador melillense la situación no era soportable y asegura que el final de la temporada ha sido una liberación

• Al canterano no le preocupa en estos momentos su futuro

La no continuidad de Sufian en la UD Melilla ha originado un tremendo revuelo en la afición azulina, que ve con desencanto cómo cada vez son menos los melillenses que forman parte de un equipo, de un proyecto subvencionado casi en su totalidad por la Ciudad Autónoma. “En lo personal estoy aliviado. No me preocupa mi futuro, quería que esto acabara cuanto antes”, manifestó el ya ex jugador unionista a este diario.

Si la temporada pasada se quedaron fuera del proyecto del primer equipo Manolo y Hamin, con muchos más méritos que algunos de los renovados, en esta ocasión ha sido Sufian el damnificado. El “Hechicero del Rif” como lo denominó la propia máquina propagandística del club ha vivido un auténtico infierno como el propio interesado deja claro en la entrevista concedida a El Faro. No se corta, y habla del trato que ha recibido tanto de Uribe como de Juan Moya sin dejar fuera de la quema al otrora compañero y el pasado curso ejerciendo de segundo entrenador Pedro Bolaños.

-¿Cómo se encuentra después de recibir la noticia de no contar para el próximo proyecto de la UD Melilla?

-Ahora mismo, sinceramente, me encuentro súper aliviado después de lo dura que ha sido la temporada para mí, y en la que ya sabía que no se me iba a renovar después de cómo ha ido transcurriendo la temporada. La verdad es que he vivido un infierno. Me  esperaba mi no renovación porque han sucedido cosas que no entendía. Primero conté con la confianza de Uribe, empecé jugando, el equipo estaba arriba, en puestos de playoff y de golpe y porrazo me quita del equipo titular dándome la excusa que era para darme descanso. No entendía mi suplencia ni el no participar, pero con el paso del tiempo asimilé mi situación. Más tarde Uribe me reconoce que se había equivocado conmigo personalmente, me vuelve a colocar en el once titular, el equipo vuelve a mejorar allá a finales de la primera vuelta. Después pasan una serie de partidos y vuelve a dejar de contar conmigo, aunque esta vez reconozco que fue con motivo de una lesión y me costó volver a entrar, pero insisto que para mí ha sido una temporada muy rara y mala en lo personal.

-¿Pensó que con la llegada de Juan Moya tras el cese de Uribe cambiarían las cosas para usted?

-Sinceramente, y creo que como cualquier futbolista que no juega, cuando cesaron a Uribe sentí un alivio. Llega un nuevo entrenador y piensas que se abre una nueva puerta, pero al final te das cuenta que pasa tres cuartos de lo mismo. No me favorece en nada, no me ayuda en nada y el final de temporada con Juan Moya ha sido nefasta. Creo que el trato hacia mi persona no ha sido el adecuado, esperaba muchísimo más de él. Creo que he podido cometer errores como cualquier persona, somos seres humanos, asumo que he cometido errores pero que asuman también que se han equivocado conmigo en el trato. Más que en el tema deportivo en el trato personal. Creo que el trato hacia mi persona no ha sido el adecuado ni por su parte, ni por la del gerente, ni por la del presidente ni por la de Bolaños. Ninguno me ha dado el trato que creo que me merecía.

-De sus palabras se deduce que se han cometido injusticia con usted pero ¿por qué también por parte de Pedro Bolaños?

-Lo de Bolaños es para hacer un punto y aparte. Bolaños tenía un papel importante dentro del equipo; un papel que recobra más importancia con el cese de Uribe. Cuando estaba Uribe la relación era más normal porque Josu llevaba la voz cantante en los entrenamientos, pero cuando lo cesan Bolaños coge más fuerza con la llegada de Moya, tanta que creo que hasta influía a la hora de hacer el equipo y con él salgo perjudicado siempre. He tenido mis indiferencias y diferencias con él y no tengo ningún reparo en reconocerlo. Muchas veces le decía que parecía mentira que parecía que no sabía de dónde venía; de que no se olvidara que el Melilla le ha querido dar la baja en dos ocasiones: una vez fue Granero y otra Dupi. Le recordaba que él había pasado por esos momentos y que había sido futbolista hasta hace un año, pero el tiempo pone a cada uno en su sitio y cada cual tendrá su merecido.

-¿Aunque su nombre ya sonaba a principio de temporada para abandonar la disciplina azulina, qué cree que ha pasado para dejar de interesar al equipo de su tierra cuyo escudo ha defendido durante 8 temporada?

-Desde la salida de Manolo y Hamin se rumoreaba también la mía. Era un candidato claro a dejar la entidad, pero al tener contrato en vigor he intentado hacerlo de la mejor manera posible para que vieran que soy un jugador válido y que puedo dar el nivel que piden. No hay más que mirar las temporadas anteriores donde por diversos motivos la gente de Melilla es la que ha tirado del carro. Creo que hicimos un buen papel el primer año de Currás clasificando al equipo para la Copa del Rey con muchos jugadores locales y gracias a nosotros, se quiera o no, se ha acortado esa deuda. Volviendo a la situación de este año creo que era imposible mantenerme centrado en el equipo, cada vez que levantaba la cabeza me daban otra vez. Sin ir más lejos en Jumilla hago un gol importante y a raíz de ahí creía que iba a tener más continuidad hasta el final de temporada y fue todo lo contrario. El siguiente partido lo perdimos en casa ante el Linense y al único que cambió el entrenador fue a mí. Estaba claro quien era el señalado, por eso tenía muy claro que no renovaría desde el minuto cero de la pasado temporada.

-El equipo tiene cada vez menos representación de jugadores melillenses, buena parte de la afición se pregunta ¿qué esta pasando?

-En lo personal quiero aprovechar para agradecer a la afición el apoyo que estoy recibiendo, que ha sido impresionante. Sinceramente ni yo me esperaba tanto apoyo. Ha sido increíble la gente que se ha puesto en contacto conmigo para mostrarme su apoyo. Ha sido brutal. En cuanto a su pregunta, creo que todo el mundo sabe lo que está pasando. Yo lo he vivido, sé lo que pasa y sé quién es el culpable. El culpable número uno de que no haya una mayor representación de jugadores melillenses es el gerente del club: Dupi. Desde la era Currás hasta ahora ha ido disminuyendo drásticamente la presencia de futbolistas de la tierra y muy válidos, no podemos decir que no somos válidos. Lo hemos demostrado y nos lo hemos ganado en el campo, añadiendo además que a bajo coste. El club podía haber seguido rebajando la deuda, que era la idea inicial que tenían. Nos ha tocado hacer el trabajo sucio, hemos mantenido al equipo y ahora está claro que no confían en nosotros. A nivel personal estoy contento y muy aliviado. No me preocupa mi futuro. Lo único que necesitaba era acabar ya la situación que he vivido. Insisto en que el principal culpable de que no hayan más jugadores melillenses en el equipo es el gerente, que es quien decide y maneja todos los entresijos del club.

-Da la impresión de que lo que se quiere transmitir es que con gente de Melilla es muy difícil ascender ¿Qué piensa al respecto?

-Yo le recordaría a estos señores que la UD Melilla lleva 30 años en Segunda División B y desde que tengo uso de razón creo que durante este tiempo han habido temporadas en los que la representación de melillenses ha sido también escasa y no se ha conseguido ascender de categoría. Con esto quiero decir que el hecho de contar con muchos jugadores de fuera no te garantiza que vayas a ascender. No han cumplido con el objetivo, porque si llegan a cumplir con el objetivo y conseguir el ascenso pues no tendríamos más remedio que reconocer que con nosotros no es posible. Es que ni tan siquiera han cumplido con meter al equipo en playoff, ya que en esas 30 temporadas solo se han jugado tres playoff de ascenso y han habido en teoría auténticos plantillones.