El técnico del conjunto melillense declaró que “vamos a conseguir algún partido”.
Gonzalo García de Vitoria, técnico del Melilla Baloncesto, está convencido de que su equipo conseguirá al menos una victoria en Cáceres aunque también sabe que será algo muy complicado ante un Cáceres que con total seguridad recuperará a Antelo y Robles, algo que lógicamente preocupa al bilbaíno ya que hacen de los extremeños un conjunto muy difícil de batir. También remarcó la importancia que tendrá el encuentro de hoy, ya que de no lograr una victoria convertiría el partido del domingo en toda una final.
“El partido de hoy puede ser el preludio de una final. El equipo que gane este tercer partido estará algo más tranquilo y el que pierda estará contra las cuerdas”.
“Respecto de los anteriores dos partidos podrán cambiarse algunos ajustes, corregir detalles pero tampoco grandes cambios porque los equipos están muy cansados y los entrenamientos que podemos hacer son muy cortos”.
“Tenemos la virtud de saber dominar cualquier ritmo de partido, algo que para un equipo es muy difícil. Durante el año hemos sido un equipo de un ritmo alto, de mucha anotación pero por ejemplo en la eliminatoria ante Lleida demostramos que somos capaces de jugar a posesiones más largas y marcadores cortos”.
“Estoy preparando el encuentro convencido de que Antelo y Robles van a estar y es algo que lógicamente me preocupa. Son dos jugadores con una gran puntería y que te cambian mucho la forma de jugar. Si recuperan finalmente a los dos, se convierten en un equipo muy difícil de batir”.
“Si están Antelo y Robles, está claro que les interesa un ritmo alto de partido. Nosotros no somos un equipo de especular y vamos a jugar a nuestro nivel, lo que pasa es que somos pocos jugadores para poder jugar así”.
“Esta semana nos ha venido muy bien. La anterior fue muy dura porque fueron muchos partidos en pocos días, con pocos efectivos y con mucha carga de tensión. Ahora hemos tenido algo menos de una semana para descansar pero suficiente para cargar pilas”.
“Vamos a intentarlo. Con el corazón y la cabeza te digo que sí vamos a conseguir algún partido porque lo que me demuestra este equipo es que es capaz de todo. Sabemos que va a ser muy difícil ganar allí porque van a estar con el equipo al completo”.
La unión en el vestuario y ‘El Fary’, secretos de este equipo.
Seguramente, si hay algo que defina esta temporada al Melilla Baloncesto es que son un equipo; tanto fuera como dentro del vestuario, tal y como han señalado en multitud de ocasiones varios integrantes del equipo y cuerpo técnico. Son grandes compañeros, e incluso en algunos casos, grandes amigos.
Es posible que los melillenses no tengan a los mejores jugadores de la Adecco Oro pero posiblemente si uno de los mejores equipos y vestuarios de la misma. Un equipo compacto que ha dejado a un lado aparcado los egos en beneficio del bien común y de superar todo un sin fin de dificultades.
Ser un equipo y trabajar en equipo es lo que ha conseguido esta temporada el vestuario del Melilla Baloncesto con compañerismo y un gran ambiente. Compañerismo de saber que con la capa de Superman sobre los hombros no se llega al éxito que un equipo busca y que poner las capacidades de cada uno a disposición del resto de compañeros lleva al éxito. Y un gran ambiente, siempre con bromas y buen sentido del humor entre todos los jugadores, ha sido sin lugar a duda la otra gran clave de este equipo.
Desde los carteles de películas con los jugadores como protagonistas, pasando por los posados ‘tuneados’ según la personalidad de cada uno de ellos o los bailes de Almazán y Suka, los gritos de guerra antes de saltar a la pista para disputar un nuevo encuentro o simplemente las tertulias improvisadas tras un entrenamiento, como si de un grupo de amigos de barrio se tratase, pueden dar a entender el porque de la cohesión y unión de este grupo.
Pero todo equipo necesita un referente que guie al equipo, y en este Melilla Baloncesto, con este vestuario, donde el buen humor reina esa veleta que señala el camino no es otra cosa que un muñeco de ‘El Fary’.
Unas figuras del añorado cantante, producto promocional de una de las películas de la saga Torrente, se han convertido en todo un talismán para el vestuario del conjunto de la ciudad autónoma en estos Playoffs.
Una historia que arranco a principio de temporada entre Eloy Almazán y Joan Riera, y al que ahora se le han sumado todos los componentes del equipo que han visto en estos simpáticos muñecos una nueva forma de poner al mal tiempo, buena cara y seguir superando peldaño a peldaño nuevos problemas. Tal ha sido el éxito de esta acción, que incluso jugadores del Cáceres Patrimonio de la Humanidad, rival de los melillenses en semifinales, ‘tomaron prestado’ uno de estos ‘mágicos’ muñecos durante el segundo partido disputado en Melilla.
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