La Consejería de Fomento está preparando un proyecto para ocultar el cableado del edificio Casa Tortosa de la avenida Juan Carlos I de Melilla.
“Estamos estudiando cuánto costará soterrar el cableado de Gaselec y Telefónica en esa manzana”, adelantó ayer a El Faro el consejero Miguel Marín.
Asimismo, el también vicepresidente primero del Gobierno autonómico recalcó que su departamento está “encima del tema” de soterrar los cables de las fachadas de los edificios rehabilitados y “nos preocupa”, aseguró.
Marín aclaró además que ocultar el cableado de las fachadas de los inmuebles que se están rehabilitado necesita una inversión “fuerte” y “no disponemos de todos los recursos”.
La Consejería de Fomento trabaja actualmente, recalcó Marín, en la redacción del proyecto para soterrar los cables de la fachada del edificio Casa Tortosa.
En todo caso recordó que todos los edificios de nueva construcción “están obligados por el Plan General de Ordenación Urbana a soterrar los cables”.
En cuanto Fomento tenga en mano el proyecto de lo que costará el soterramiento de la manzana donde está el edificio Casa Tortosa, evaluará cuántos recursos son necesarios para “empezar a trabajar sobre el tema”.
Por otra parte, el presidente de Unesco Melilla, José Antonio Vera, comentó a El Faro que lo ideal para Melilla sería dejar las fachadas de los edificios como las tienen en San Cristóbal de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife). “Allí se ven todos los edificios despejados de cables. En Melilla deberíamos hacer algo igual”, sugirió.
Para conseguirlo, añadió, la Comisión de Patrimonio de la Consejería de Cultura debe establecer la normativa que se aplicará, por ejemplo, en la zona de Melilla La Vieja.
En vez de excavar momias, mejor enterrar cables
El presidente de Unesco Melilla, José Antonio Vera, dijo ayer a El Faro que la ciudad no va a dejar de conseguir la declaración de Patrimonio de la Humanidad por tener los cables a la vista por las fachadas. “Tanto cable de por medio le resta estética. De hecho, los letreros de las tiendas deberían ir en las paredes del portal y no donde están ahora, pero eso no es determinante”.
En su opinión, a la ciudad lo que le hace falta es que la Comisión de Patrimonio, que depende de Cultura, dicte las normas necesarias para empezar a regular esta situación. Si no hay dinero público para acometer el soterramiento de los cables, “habrá que buscar alternativas”, dijo.
Lo que no se puede hacer, insistió, “es abrir una zanja hoy, cerrarla mañana y volver a abrirla. Habrá que pensar en unos túneles de servicios, en algo multifuncional para cubrir necesidades futuras”. Además, añadió, que “haría falta el apoyo de empresas que quieran que los edificios de la ciudad se vean despejados de todo y den la sensación de belleza”. Vera no ve mal que empresas que se dedican a excavar momias pongan algo de su presupuesto para enterrar cables.