A falta de siete días para que se celebren las elecciones autonómicas del 28 de mayo, los ánimos se caldean en la ciudad. El presidente de Coalición por Melilla, Mustafa Aberchán, denunció este sábado en rueda de prensa un supuesto complot para perseguirle a él y a su partido. Se basa, según dijo, en un soplo de un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que apunta a que esto se llevaría a cabo por orden de Sabrina Moh y con la colaboración de los mandos de Policía Nacional y Guardia Civil. Ante esta información, Aberchán reaccionó pidiendo la comparecencia de la delegada del Gobierno en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados.
La respuesta de Moh no se hizo esperar. Inmediatamente exigió a Aberchán que se retracte o de lo contrario emprenderá acciones legales contra él.
La delegada del Gobierno recalcó además en un comunicado y a través de las redes sociales que no va a permitir que Aberchán manche el nombre de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que están al servicio de la ciudadanía y el cepemista le respondió llamándola comisaria política.
Este panorama advierte de que la recta final de la campaña electoral será más bronca que de costumbre. También nos avisa de que los nubarrones no han pasado porque el líder de CpM ya ha dicho que impugnará las elecciones independientemente del resultado.
No conseguimos en Melilla tener la fiesta de la democracia en paz. Por si no teníamos suficiente con todo el escándalo que supone que el 21,21% de la población con derecho a votar haya elegido ya la modalidad del voto a distancia, ahora se vuelve a poner sobre la mesa la posibilidad de impugnar unos resultados que todos esperábamos, antes de que la Junta Electoral pinchara la trama de la compra de votos, que fueran muy reñidos.
Ayer el presidente del PP, Juan José Imbroda, dijo algo que ojalá se cumpla. En un contacto con los medios en el centro comercial Parque Murias habló del fin de ciclo de un fenómeno que empezó en Melilla hace 15 años, pero que solo ahora se ha convertido en noticia nacional y ha saltado a los telediarios de las grandes cadenas de televisión.
Y es justo eso lo que queremos los melillenses. Que se llegue hasta el final y se desmantele una trama que lo único que ha hecho durante años es atacar constantemente nuestra democracia y nuestra autonomía. Durante años se ha deslegitimado el proceso electoral en Melilla y hemos tenido que llegar a 2023 para encontrar herramientas para poner pie en pared. Esto tiene que acabar.