El próximo 3 de septiembre, en el marco de las festividades en honor a Nuestra Señora de la Victoria, patrona coronada y alcaldesa perpetua de Melilla, se llevará a cabo la destacada tradición de celebrar el "Melillense del Año".
Esta gala tiene como objetivo rendir homenaje a un melillense, ya sea por nacimiento o adopción, cuyos logros laborales y sociales hayan fortalecido la Marca Melilla y su imagen a través de la difusión de los valores tradicionales de esta ciudad.
En esta ocasión, el Consejo de Gobierno ha aprobado la candidatura de Felisa Padilla Muñoz por su incansable labor altruista y compromiso con la ciudad, en especial con los colectivos más vulnerables. Este prestigioso reconocimiento pone en valor la trayectoria de una mujer que, con una entrega constante y discreta, ha dejado una huella imborrable en Melilla.
Desde sus primeros pasos colaborando con las Religiosas de María Inmaculada, guiada por la Hermana María Luisa, Felisa ha dedicado su vida a ayudar a los demás. Su labor comenzó en un colegio situado en el centro de la ciudad, que luego se trasladó al barrio de Monte María Cristina, donde ella continuó su labor de acogida y apoyo a las personas más necesitadas, siempre de manera altruista.
Con una vocación especial por la integración social, Felisa ha trabajado incansablemente para fomentar la convivencia y el entendimiento en la ciudad, especialmente entre la población musulmana de Melilla, con un enfoque particular en mujeres y niños. Su método ha sido el de "enseñar a pescar" en lugar de "dar un pez", buscando siempre soluciones sostenibles que empoderen a las personas para que puedan valerse por sí mismas.
Aún después de su jubilación, Felisa ha seguido entregándose al servicio comunitario como voluntaria en el barrio de Monte María Cristina, en el Centro Social y en Cáritas. Su labor se ha centrado en la acogida, la formación y la integración, reflejando siempre el espíritu del evangelio que dice: "que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu mano derecha".
Con una inteligencia destacada, un espíritu conciliador y una capacidad excepcional para el diálogo, Felisa sabe compartir sus dones y todo lo que tiene con los demás. Prefiere trabajar desde un segundo plano, sin buscar protagonismo, demostrando una sensibilidad única para detectar dónde se necesita su ayuda y dando siempre una respuesta adecuada. Es una mujer valiente, siempre dispuesta a ayudar a quienes más lo necesitan.
Muy querida y respetada por todos en Melilla, Felisa representa una vida de entrega a la verdad, la solidaridad y la dignidad de las personas más desfavorecidas. Su trabajo ha sido crucial para la integración de muchas personas, especialmente jóvenes musulmanas, facilitando su acceso a la educación y apoyando especialmente a las mujeres.
Felisa Padilla Muñoz es una de esas personas que, aunque permanecen en el anonimato, dejan una marca indeleble en la sociedad. Su elección como "Melillense del Año 2024" es un reconocimiento a su incansable dedicación al bien común y a la construcción de una sociedad más justa e inclusiva.