Los melillenses ovacionaron al artista, quien, acompañado solamente de un piano, hizo gala de su extraordinaria voz. Falete hizo vibrar a su público en el concierto que ofreció en Melilla en la noche de ayer en el teatro Kursaal. Si bien no consiguió llenar el auditorio, no le hizo falta más que un piano para llegar a los corazones de los asistentes y metérselos en el bolsillo. Con más de 300 entradas vendidas, Falete ofreció todo un espectáculo de flamenco que provocó la ovación y continuos aplausos de su público. Demostró con creces que tiene una gran voz y prácticamente no tiene que utilizar un micrófono porque su torrente vocal llenó esas butacas vacías del Kursaal. Con un éxito en taquilla moderado, Falete ha marcado un antes y un después en la celebración de conciertos en Melilla, pues es el primer cantante que ha venido a la ciudad por iniciativa propia sin cobrar su caché y únicamente se llevará la recaudación y, eso sí, el cariño y el apoyo del público melillense, de su selecto público. Uno de los momentos más apreciados por el público fue el arte que desplegó sobre el escenario el bailaor Sergio Viñas, cuyos movimientos seguían al maestro Alejandro Cruz Benavides y a la voz de Falete. El repertorio tuvo un marcado toque flamenco, pero el cantante sevillano no olvidó deleitar a sus fieles con sus coplas.