Son las dos ciudades donde más detenciones se han realizado este año a pesar de que en ellas sólo vive el 4,5% de la población musulmana establecida en España, según el Instituto Elcano.
Aunque la movilización yihadista vinculada a los conflictos existentes en Irak y Siria es aún baja en España respecto a otros países de la Unión Europea, dos expertos del Real Instituto Elcano urgen a las autoridades españolas a implementar planes de inhibición o neutralización de la radicalización islamista en el país, especialmente, en las ciudades de Melilla y Ceuta. Precisamente en ambas plazas se han concentrado más de la mitad de las detenciones realizadas este año de presuntos yihadistas, aunque en Melilla y Ceuta sólo vive el 4,5% de la población musulmana asentada en España.
Los investigadores expertos en Terrorismo Internacional y Políticas de Seguridad en el Real Instituto Elcano, Fernando Reinares y Carola García–Calvo afirman que en los últimos años las células yihadistas en España han permanecido en un estado latente hasta la expansión del autoproclamado Estado Islámico (ISIL, siglas en inglés) en Irak y Siria.
Ambos destacan que más de la mitad de las detenciones realizadas este año por la Policía Nacional contra el yihadismo se concentra en Melilla y Ceuta consolidando así la “españolización del movimiento yihadista” o lo que también se denomina yihadismo endógeno o ‘homegrown’.
Además de instar a las autoridades a poner en marcha planes dedicados a la prevención de la radicalización y el reclutamiento, Reinares y García–Calvo destacan la importancia de mantener con Marruecos una “estrecha colaboración antiterrorista”, dado el carácter hispanomarroquí de las células desarticuladas en las dos ciudades autónomas y en otros puntos de España. Ambos son autores del informe ‘Siria, Irak y la movilización terrorista en España: Reactivación de redes latentes y eclosión del yihadismo ‘homegrown’ publicado esta semana.
En este documento apuntan a un perfil concreto del yihadista español. En la mayoría de las operaciones policiales realizadas este año, los cabecillas estuvieron implicados e incluso procesados por hechos similares años atrás, aunque en ese momento el ordenamiento jurídico español aún no se había adaptado a las nuevas realidades y fenómenos terroristas. Y no lo hizo hasta la reforma del Código Penal de 2010.
Segunda generación
Anteriormente, los detenidos por presuntos yihadistas eran extranjeros con residencia en España, pero en las últimas operaciones, los arrestados son nacionales españoles de origen o naturalizados, es decir, de segunda o tercera generación. Además, la radicalización se produce en los segmentos de la población “más vulnerables”.
El Gobierno español cifra en 60 las personas que se han desplazado a zonas de conflicto para sumarse a las filas del Estado Islámico, una cifra muy baja respecto a otros países del entorno europeo o incluso Marruecos. Es en España donde los yihadistas encuentran un campo de captación y reclutamiento, especialmente, en Melilla y Ceuta. De hecho, en ambas ciudades se han concentrado el mayor número de detenciones relacionadas con células especializadas en estas labores.
Dentro de las operaciones policiales realizadas este año en España, los dos expertos destacan las realizadas en Melilla. La primera el 14 de marzo, la ‘Operación Azteca’, con tres detenciones en Melilla, una en Málaga y ocho en Marruecos; la ‘Operación Jáver’ el 30 de mayo, con seis personas detenidas; la interceptación de dos mujeres que iban a viajar a Irak el 2 de agosto y la última intervención en La Cañada, la detención de Mohamed Said Mohamed.
Crisis de identidad entre los jóvenes
Los expertos del Real Instituto Elcano, Fernando Reinares y Carola García–Calvo, señalan que los jóvenes musulmanes hoy día sufren de una crisis de identidad que les hace vulnerables a la radicalización, además de otros factores sociales y económicos. “Existe una crisis de identidad suficientemente extendida entre las segundas y terceras generaciones de musulmanes que forman parte de la sociedad europea. Una crisis de identidad a la que la implicación en una insurgencia yihadista percibida como exitosa ofrece un valioso sentido de pertenencia e incluso a pasar a formar parte de una nueva sociedad yihadista”.
El 63% del total (35) de los detenidos este año por presuntos yihadistas residía en Melilla (34,3%) y Ceuta (28,6%). Pero ninguna de las células desarticuladas también en Madrid y Barcelona eran nuevas o creadas tras originarse el conflicto en Siria e Irak. Entre los arrestados “hay individuos que ya habían estado inmersos en otras redes o células yihadistas desarticuladas en España”.