El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó ayer a Hungría por detención irregular y por expulsar con riesgo de sufrir un trato inhumano a dos refugiados de Bangladesh que, a su llegada a la frontera entre Hungría y Serbia, habían solicitado asilo.
Asimismo, el Tribunal de Estrasburgo también tiene pendientes de sentencia al menos dos casos relacionados con expulsiones en caliente en la valla de Melilla en 2015.
Uno es el del camerunés Albert Julio Doumbe Nnabuchi, que se quejó del trato recibido tras caer de una escalera en la valla y ser llevado inconsciente a la frontera y expulsado a Marruecos, y el segundo afecta a N.D. y N.T., dos inmigrantes que basaron su demanda en una "devolución en caliente" a Marruecos en febrero de ese año.
Respecto a los dos demandantes de asilo en Holanda, ambos habían atravesado Grecia, Macedonia y Serbia antes de llegar a la zona de tránsito de Röszke (Hungría), donde fueron retenidos durante 23 días.
Tras formular la petición de asilo, fueron expulsados a Serbia, según un decreto gubernamental de 2015 que considera seguro a ese país.
La Corte europea concluyó que Hungría vulneró los derechos a la libertad y a la seguridad, a presentar un recurso que se pronuncie en un breve espacio de tiempo, así como la prohibición de la tortura por los riesgos que conllevaba la expulsión de estos dos refugiados.