Mahanan seguirá una temporada más impartiendo clases en el vestuario azulino. El capitán cerró ayer su renovación, será su decimoquinta campaña en la Unión Deportiva Melilla, curso que empieza con la misma ilusión que mostró el primer día que entró en el equipo y con el mismo objetivo, lograr el ascenso a Segunda División. Su predisposición y la del club han sido determinantes para seguir juntos el camino emprendido hace ya mucho tiempo, y así se ha visto reflejado en las negociaciones. “Cuando me llamaron del club, la conversación duró cinco minutos, no ha hecho falta más tiempo para seguir un año más en la que es mi casa, mi club, mi familia. Estoy muy contento por seguir un año más”.
La satisfacción en el seno del club es patente y esa alegría se extiende a la afición, que, como reconoce Mahanan, no para de felicitarle. “La gente me está felicitando por el móvil, por las redes sociales y muy contento. Eso es buena señal porque si la gente se pone contenta, y está de acuerdo con mi renovación, es que algo bueno estoy haciendo. Decirles que no les voy a defraudar y que voy a seguir trabajando como lo he hecho hasta ahora”. El próximo 21 de julio Mahanan cumplirá 36 años. El DNI dice que es un veterano, pero él se encarga de demostrar año tras año que tiene tirón para rato. “Siempre se lo digo a Ruano, ‘los del 83 somos carne de cañón’. Y la verdad es que me siento bien, me siento fuerte, me siento capacitado para jugar todos los partidos que hagan falta y en ese aspecto no hay ningún problema”, subraya.
Con esas ganas acumula ya nada menos que catorce temporadas y en apenas dos semanas arrancará la número quince. “Me acuerdo perfectamente del primer día que llegué aquí. En absoluto he pensado que iban a ser tantas temporadas en el mismo club y yo, sinceramente, mantengo la misma ilusión o más que el primer día. Estoy super ilusionado con la temporada que nos espera y motivadísimo para afrontarla”.
En este tiempo Mahanan ha crecido como futbolista, y mucho como persona. Él mismo lo remarca: “Llevo media vida en el equipo, empecé siendo un niño y ahora soy un padre de familia con una mujer y dos niños maravillosos. Muy contento por cómo ha transcurrido todo y ojalá siga este camino”.
Su voz también es una de las más autorizadas para hacer balance del ejercicio recién terminado, un curso con un sabor agridulce tras quedarse a las puertas del ascenso. “Ha sido una temporada muy larga y, a la vez, muy bonita. Creo que la hemos disfrutado todos, los primeros los que estamos en el vestuario. Hemos sido conscientes de lo que queríamos, este vestuario solo pensaba en el ascenso. Desafortunadamente no pudo ser por ese fatídico partido en Baleares. Pero creo que el vestuario ha estado tremendo, ha estado al cien por cien y lo hemos demostrado en el terreno de juego”. Ahora no queda más remedio que pasar página, el fútbol no tiene memoria, y toca empezar a andar de nuevo. Las metas, eso sí, no varían. “Llevamos varias temporadas trabajando, estando cerca. La temporada pasada fuimos quintos, esta temporada hemos llegado a la semifinal… Creo que el objetivo es mejorar lo que hemos hecho esta temporada, llegar a la final y estando en la final, el ascenso. Creo que ya toca, toca el ascenso y ojalá lo logremos con ayuda de la ciudad, con ayuda de la gente. Tenemos que conseguirlo sí o sí”.