María regenta un puesto de bisutería dentro del recinto ferial y asegura que este año las ventas han ido “un poquito más flojas”. Comenta que las dificultades que una gran parte de marroquíes experimenta a la hora de cruzar la frontera le ha pasado factura al negocio en el que trabaja. “Me he dado cuenta, se nota, no hay mucha gente, como en otros años. Los marroquíes son los clientes que más nos compran”, apunta.
“Vendo más en el mercadillo”
También Hamud, otro de los propietarios de un puesto de complementos, se lamenta de la situación actual que se respira entre los comerciantes de Melilla. “Este año las ventas van muy bajas, No están entrando marroquíes y son ellos los que dejan el dinero”, dice. “Los melillenses ya nos conocen y no se gastan mucho porque, además, yo tengo un puesto en el mercadillo donde vendo lo mismo. O sea, que si no vienen nuestros vecinos de Marruecos, yo no puedo hacer una buena venta, como hacía antes”, desea resaltar este vendedor melillense, angustiado por esta circunstancia.
“Yo vendo más en el mercadillo, en el que paso unas cuatro horas de día que en una feria. No tiene sentido pasar una noche aquí cuando vendo menos que en el mercadillo. No me compensa estar en la Feria, pero uno parece qu eestá enganchado, pensando que va a mejorar la situación”, agrega Hamud con indignación.
De la misma cuerda es la opinión de Abdelkarim, otro comerciante melillense propietario de un puesto de cosmética y complementos ubicado en el recinto ferial. Destaca que las ventas han sido “un poquito más bajas que el año pasado, que fue mejor”.
“Se ha notado batante, porque siempre han venido a visitar la Feria personas de la zona de Nador a quienes esta vez no les dejan cruzar la frontera. La gente que suele venir a Melilla lo hace en familia y, por lo tanto, suelen gastarse bastante dinero. Es un problemón”, agrega. También señalaque , como no solucionen esta traba, muchos feriantes no van a volver a trabajar.
Abdelkarim, además, comenta que el número de atracciones se ha visto disminuido este año y eso, también, ha afectado de forma negativa a los vendedores del recinto que viven de sus puestos.
Os acordáis de la película del día de la marmota?
En Melilla es así:
Cada año llega feria nos quejamos malas ventas, en semana santa ocurre el éxodo y nos quejamos, el Borrego Day lo mismo, en Navidades otro éxodo, y nadie vende nada ni se crea empleo, solo se crea empleo el ayuntamiento racista melillense. Y luego a quién votan todos éstos de la doble moral? Pues precisamente a esos que regentan el chiringuito del ayuntamiento. O sea pan y circo es lo que hay en Melilla. Verdadera vergüenza.