El Día de los Derechos Humanos se celebra cada 10 de diciembre, día en que, en 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH). La Declaración Universal de Derechos Humanos es un documento histórico que proclama los derechos inalienables que corresponden a toda persona como ser humano, independientemente de su raza, color, religión, sexo, idioma, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Esta declaración fue la reacción de la comunidad de naciones al genocidio nazi. Por eso no podemos separar este recuerdo de la conmemoración del 9 de diciembre, Día Internacional de Conmemoración y Dignidad de las Víctimas del Crimen de Genocidio y de la Prevención de este Crimen, establecido así por la Asamblea General de la ONU en 2015, en un momento en que se comete con absoluta impunidad, a la vista del mundo entero, el exterminio del pueblo palestino, con decenas de miles de civiles, hombres, mujeres y niños, asesinados y desaparecidos bajo escombros, provocados por la acción de los bombardeos. Y de supervivientes acuciados por la hambruna, falta de agua y de asistencia sanitaria.
En Melilla seguimos sin tener noticias, explicaciones o responsables de las decenas de muertos y desaparecidos, víctimas de la masacre del 24 de junio de 2022 cometida en los límites de la ciudad, esperando la Protección Internacional, que nunca llegó.
Otros graves problemas de afectación general empiezan a sentirse en España y en Melilla. La Sanidad y la Educación son derechos garantizados por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y así reconocidos en nuestra Constitución; derechos fundamentales para que una sociedad tenga vitalidad y sea libre. Sin embargo, estos sistemas, sanitario y educativo, vienen sufriendo un deterioro, en unas Comunidades más que en otras, por el favorecimiento de intereses privados en detrimento del interés público.
Destacar, finalmente, la necesidad de que se sigan aplicando y desarrollando las normas de Memoria Democrática, en recuerdo y reconocimiento de todos aquellos que lucharon contra la dictadura franquista. Y continuación a ello, la derogación de la llamada Ley mordaza, a fin de que puedan ejercerse libremente y con plenas garantías los derechos y libertades, que nuestra Constitución y las leyes nos reconocen.