Durante julio, el paro en Melilla aumentó un 8,46 por ciento, lo que significa que 743 personas se quedaron sin trabajo el mes pasado. Así todo, es una mejora respecto al mismo periodo de 2018. Entonces, en Melilla había 10.146 personas desempleadas mientras que ahora hay 9.845, un 3,06 por ciento menos. El aumento del número de parados se ha debido a la finalización de los planes de empleo, las personas que participaban en ellos se han vuelto a inscribir como demandantes de un puesto de trabajo y esto ha hecho que la cifra de desempleados aumente. Melilla no logra alejarse de manera contundente de los 9.000-10.000 parados, lo que demuestra que nuestro sistema laboral no funciona. Además, no se puede depender de que cientos de personas consigan un trabajo exclusivamente a través de la iniciativa de la Administración Pública. El tejido empresarial de nuestra ciudad debe crear por si mismo la demanda de puestos de trabajo. Subordinar la oferta de trabajo a los planes de empleo es hacerse trampas al solitario.