Este lunes 27 de enero se conmemora el Día del Holocausto, coincidiendo con la liberación hace 80 años del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau por las tropas soviéticas.
Con motivo de esta efeméride, se celebró en la Consejería de Cultura una conferencia impartida por María Elena Fernández Díaz, doctora en Historia Contemporánea por la UNED y licenciada en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid, bajo el título 'La vida de los supervivientes'. Mientras, el miembro de la Comunidad Gitana de Melilla, Manuel Heredia Carmona también hizo una alocución sobre el pueblo gitano en los campos de exterminio.
“En la conferencia responderé a preguntas, tales como ¿qué fue de los supervivientes?; ¿a dónde fueron a parar?; ¿cuáles fueron sus iniciativas, tanto personales como comunales dentro de los que lograron sobrevivir?”.
A estas cuestiones arrojó luz la doctora María Elena Fernández quien nos comenta cómo desarrollará su alocución: “empezaré haciendo un pequeño recorrido por la etapa anterior a la II Guerra Mundial durante los campos de concentración para llegar a la liberación de los mismos. Por ello, hoy se conmemora el Día del Holocausto porque supuso el inicio de la liberación de los campos de concentración, pero ¿qué sucedió cuándo estas personas son puestas en libertad?”
Ahí es donde profundiza Fernández: “a partir de ese momento se inician una serie de campos para desplazados o campos de refugiados que podríamos llamar hoy”.
Más de 6 millones de judíos fueron asesinados en los campos de concentración durante la Alemania nazi y se calcula “que ni siquiera un tercio de la comunidad europea judía sobrevivió. Más de 250.000 judíos dejó Europa, aunque, anteriormente a la II Guerra Mundial cuando Alemania empieza a lanzar todas esas leyes antisemitas, muchísimos judíos abandonaron Europa, viendo lo que se preveía y lo que ocurrió que fue el Holocausto”.
“Por lo menos 250.000 judíos salieron de Europa. Es cierto que toda esa bibliografía nos habla de la creación del Estado de Israel a base de población refugiada del Holocausto. Es cierto que muchos se asientan cuando se funda el Estado de Israel, pero es que éste se creó en 1948 y la Segunda Guerra Mundial finalizó en 1945, entonces ¿qué hace esos 3 años la población judía que logró llegar a Israel? Pues estuvieron en esos campos de refugiados, de desplazados durante tres años y, además, en los mismos campos de concentración en los que los habían alojado antes. Es decir horror tras horror. A este hecho hay que unirle que, en ocasiones, las personas detenidas convivían con personas que eran antisemitas y que les habían atacado en los propios campos de concentración. Pasaron por diferentes fases, sobrevivir a la eliminación, quedarse en un espacio, en el que no te quieren y que, a veces, eres hostigado. Los supervivientes padecieron horror tras horror”.
El escritor italiano Primo Levi fue uno de esos supervivientes. Su escritura se caracterizaba por el optimismo y su obra cumbre ‘Si esto es un hombre’ narra su manera de agarrarse a la razón para sobrevivir en Auschwitz donde permaneció dos años. Levi jamás superó esa tragedia, y en 1987 se quitó la vida. No fue el único superviviente que lo hizo.
“Muchos se suicidaron al pensar por qué ellos sobrevivieron y su familia no. Tal vez por haber comido un poco más de pan que le quité al de al lado por mi estado de ansiedad, porque hice cosas que no debía o porque yo estaba en uno de esos comandos que recogían los cadáveres. Su dinámica de vida fue una depresión total y muchos terminaron como Primo Levi, suicidándose”.
En 2016 se estrenó la película ‘Negación’, un poderoso relato legal sobre la defensa de la veracidad histórica.
La famosa historiadora norteamericana Deborah E. Lipstadt acusa en su libro ‘La negación del Holocausto’ a determinados periodistas e historiadores negacionistas. En ese momento fue denunciada por difamaciones por el historiador y periodista británico David Irving, conocido por afirmaciones como que Hitler había sido la mayor fuerza unificadora de Europa. Aunque la historiadora norteamericana ganó el juicio, desgraciadamente muchas personas, defienden que el Holocausto no existió: “no podemos hablar tanto de negacionistas porque el Holocausto ocurrió sino de las cifras. Hay historiadores que dicen que no fueron tantos millones, que eran presos que fallecieron en diferentes circunstancias. En la actualidad, en América, Canadá, en Israel y en dieciséis países europeos se prohíbe la negación del Holocausto.
En España, la sanción de la negación del Holocausto es posible gracias a una superviviente del Holocausto, Violeta Friedman, que tras su exilio en América acabo residiendo en Málaga: “en 1985, Friedman se sintió indignada por unas declaraciones del exjefe de las Waffen SS Léon Degrelle a la revista Tiempo dónde negaba el Holocausto y vertía opiniones antisemitas y racistas. En ese momento, emprendió acciones judiciales contra él. Sólo vio que se le daba la razón tras una larga secuencia de sentencias desfavorables a sus pretensiones. Por fin, en 1991 el Tribunal Constitucional de España consideró que Degrelle había atentado contra el honor de Violeta Friedman y de las víctimas de los campos nazis. Esta sentencia, además, sentó doctrina constitucional y sirvió como precedente para la reforma del Código Penal de España”.
Conocer el pasado es imprescindible para entender el presente, por ello dentro del sistema educativo está implementada la explicación del Holocausto: “los educadores tenemos el deber y la obligación de explicarlo. Si desde los colegios y las escuelas se explica se entenderá el porqué de ese odio sistemático al pueblo judío. Ese odio, esa persecución pretendía la eliminación del pueblo judío. Cuando hablas con una persona sobre el pueblo gitano dirá lo mismo. Ese odio, esa persecución, la eliminación de los judíos de Europa es un intento de eliminación de un pueblo entero. Se cifran en 1.500.000 los gitanos asesinados. Se celebran 80 años desde la liberación de los campos de concentración y todavía no sabemos muchas cosas de las que se narraron. Sí que es verdad que conocemos algo de por testimonios, pero no hay tantas personas que decidan relatar sus vivencias. Y si hablan es cuando ya son muy mayores. Tras salir de los campos ellos intentan olvidar en balde e incluso hijos o nietos que vivieron con esas personas no sabían que habían estado en un campo de concentración. Entonces, las declaraciones nos llegan a cuentagotas”.
Campos de concentración como el de Auschwitz, en Cracovia están ubicados en medio de zonas rurales, de viviendas por lo que cabe pensar que las personas de esas casas eran conocedores de lo qué estaba sucediendo: “mi opinión personal es que lo sabía todo el mundo. Lo que ocurría no era normal, llegaban muchísimas personas en trenes. Siempre con muchísimo tránsito. Y, por ejemplo, en el campo de concentración de Mauthausen-Gusen los prisioneros, españoles en su mayoría, salían a trabajar fuera del campo y los vecinos sabían perfectamente que eran prisioneros”, afirma Elena.
De ahí que, en la actualidad, “Alemania esté pidiendo perdón a todas las víctimas y esté devolviendo obras de arte, o diferentes enseres que tiene el Gobierno alemán de las familias hebreas, en este caso. Alemania es consciente de que hablar del Holocausto es hablar del horror y si en Alemania te muestras a favor del Holocausto está penado. Es un país que ha tenido el gesto de pedir perdón y otros no han perdido perdón por nada”.
En las últimas décadas, el ascenso de la extrema derecha en Europa no es algo casual: “son los ciclos de la historia. A nivel europeo es una historia bastante cíclica, transcurren unos años, sube como la espuma y al final se produce un estallido. Esto ocurrió entre la I y la II Guerra Mundial. Por eso Hitler subió al poder porque los alemanes se sintieron damnificados con el Tratado de Versalles que impuso muchísimas indemnizaciones económicas, políticas, no podían tener ejército y llegó Hitler, diciendo: “Nos están perjudicando. Somos un gran pueblo, ¿por qué no podemos tener ejército?, ¿por qué tenemos que pagar? Os devolveré el orgullo de ser alemanes” levantó y sublevó a su población y dando en la tecla logró el poder a través de las urnas. Este señor no dio un golpe de estado, ni se metió ahí de primeras, confirmando que era un dictador. Él llegó al poder votado por muchísimas personas. En un primer momento dio trabajo a los alemanes, reconstruyó muchísimas infraestructuras del país, volvió a formar un ejército activo, a rearmarse. Entonces, la gente le votó. Nosotros en Educación tenemos implementada la explicación del Holocausto. Llevo ocho años en Educación y desde el primer año como docente he conmemorado el Día del Holocausto con una charla a alumnos de Bachiller y Cuarto de la ESO, cada año hablo de un aspecto diferente. En esta ocasión hablaré sobre los desplazados y los refugiados. El anterior año lo hice sobre las mujeres”.
En la actualidad, el centro Yad Vashem, en Jerusalén recopila toda la documentación sobre los campos de concentración, ya que “son toneladas de información repartidas por todo el mundo. Cuando lo aliados llegaron a los países ocupados por los nazis se quedaron con la documentación de ese campo”.
De ahí que el Yad Vashem se haya convertido en el “centro de la memoria del pueblo judío. Recopilan toda la información que les puedas dar sobre damnificados, supervivientes, asesinados.. también tienen base de datos de españoles porque en Mauthausen-Gusen asesinaron a muchos españoles. Desde este centro te animan a que ofrezcas toda la información que tengas. De ahí que haya españoles muy queridos y homenajeados. Incluso se está aportando información sobre dos señoras gallegas que refugiaron a judíos que pasaban a España, también diplomáticos…”
Pero también hubo colegios de monjas que salvaron a los niños, haciéndoles pasar por niños cristianos: “después tienes que buscar a tu hijo que ha estado tres años lejos de sus tradiciones, de sus rezos. Tuvieron que volver a integrar a todos esos niños de 0 a 16 años, supervivientes de la II Guerra Mundial, en una vida comunitaria, una vida judía, una vida familiar porque muchos habían perdido familias enteras y estaban solos en el mundo”.
Sobre el Holocausto judío se han escrito miles de libros, grabado miles de documentales, cientos de películas. Todo ello nos ha acercado al horror, pero ni de lejos se aproxima a lo que vivieron las víctimas a las que el 27 de enero rinde homenaje.
“El sufrimiento no debe ser olvidado, sino recordado para evitar que se repita”, Primo Levi.