El Monarca recibió ayer en el Palacio Real a una veintena de militares de Melilla, con el comandante general de la ciudad, Álvaro de la Peña, a la cabeza. Su Majestad los saludó uno a uno y posó con todos.
Don Juan Carlos recibió ayer en el Palacio Real a una comisión del Regimiento de Caballería Acorazado Alcántara 10, encabezada por el comandante general de Melilla, Álvaro de la Peña.
El Rey departió con la veintena de militares que acudió a la audiencia y aprovechó para felicitarlos con motivo de la concesión, en junio pasado, de la Cruz Laureada Colectiva de San Fernando al Regimiento de Cazadores Alcántara 14 de Caballería.
En el encuentro, en el que don Juan Carlos vistió el uniforme de capitán general del Ejército del Aire, el Monarca saludó uno a uno a los militares de Melilla y se interesó por las misiones internacionales que el Regimiento Alcántara ha realizado en los últimos años a Kosovo y Líbano.
Luego el Rey posó con todos los militares para los medios gráficos y departió con ellos en la Cámara Oficial del Palacio Real sobre la actividad que desempeñan en el Regimiento.
El encuentro de don Juan Carlos con el Regimiento Alcántara ha tenido lugar un día después de que el jefe del Estado español, en un gesto inusual, colgara en la nueva web de la Casa Real una declaración rotunda ante el desafío independentista de Cataluña.
Los “Héroes de Alcántara”
En junio pasado el Gobierno concedió La Laureada de San Fernando al Regimiento de Cazadores de Alcántara que protegió, hace casi un siglo, el repliegue de las tropas españolas en la batalla de Annual (conocida como “Desastre de Annual”) en una acción de caballería por la que han pasado a la historia como los “Héroes de Alcántara”.
Con el nombre de “Desastre de Annual” se conoce a la derrota de las tropas españolas durante la Guerra del Rif, en el Protectorado Español en Marruecos en 1921, contra los seguidores del caudillo rebelde Abdelkrim.
El Regimiento de Cazadores de Alcántara cargó hasta la muerte contra los rebeldes de Abdelkrim entre el 22 de julio y el 9 de agosto de 1921 para proteger el repliegue de las tropas españolas desde sus posiciones en el monte Annual hasta el monte Arruit.
En esta batalla con la que se evitó que el número de bajas españolas fuera aún mayor murieron 28 de los 32 oficiales del Regimiento de Cazadores de Alcántara y 523 de los 685 miembros de la tropa.
Un siglo después, La Laureada para el Regimiento
El teniente coronel Fernando Primo de Rivera y Orbaneja, que murió en el monte Arruit durante el “Desastre de Annual”, ya recibió a título personal La Laureada de San Fernando. Desde 1943 no se concedía una Laureada a título colectivo, lo que da una idea de la excepcionalidad del reconocimiento que el Gobierno de Mariano Rajoy otorgó en junio pasado al Regimiento de Cazadores de Alcántara 14 de Caballería. En la “corbata” del Regimiento figurará ahora la inscripción “Annual 1921”. Este reconocimiento llega casi un siglo después de que el Regimiento hiciera historia y se convirtiera en los “Héroes de Alcántara”.
El cementerio de los militares
El Centro de Historia y Cultura Militar de Melilla ha editado un tríptico informativo con un pequeño recorrido por el cementerio de Melilla donde están enterrados entre 8.000 y 12.000 militares españoles. La mayoría, fallecidos en acciones de guerra en las diferentes campañas militares ejecutadas durante el Protectorado Español en el Norte de África. De ellos, 45 ostentan la condición de caballeros laureados de San Fernando, la máxima distinción militar.
Con apoyo de la Comandancia de Melilla y con el ánimo de dar a conocer la importancia del cementerio local se han organizado visitas guiadas de personalidades, investigadores y representantes de instituciones civiles y militares.
El tríptico editado por el Centro de Historia y Cultura Militar ha contado con la colaboración del investigador Eduardo Sar, que ha dedicado años de estudio al cementerio de La Purísima.
En esta guía, han destacado fuentes de Defensa, no se ha hecho alusión a la explosión del Polvorín de Horcas Coloradas, a los sepulcros de la Compañía de Mar, a los ingleses fallecidos en el accidente de aviación en el Cabo Tres Forcas, al soldado de los milagros, a la tumba de Enrique Nieto, precursor del modernismo en Melilla, o a Fray Pampliega Padre Misionero del Centro Misional de San José en el barrio del Tesorillo, que podrían ser objeto de una edición ampliada cívico-militar.