El barrio del Rastro, uno de los enclaves más representativos de Melilla, se convirtió en la noche del viernes en una vibrante pasarela de moda árabe que llenó sus calles de color, tradición y elegancia. El evento, organizado por la Ciudad Autónoma de Melilla, reunió a una decena de comercios locales especializados en indumentaria árabe, que presentaron sus colecciones ante un numeroso público a pocos metros de la Mezquita Central, en un ambiente marcado por la proximidad del Aid El Fitr, festividad que marca el fin del Ramadán.
Este desfile, que celebra su segunda edición, se ha consolidado como una iniciativa que combina la promoción del comercio local con la puesta en valor de la riqueza cultural de la ciudad. La pasarela permitió exhibir unas 40 piezas representativas de la moda tradicional árabe, entre ellas chilabas para el uso cotidiano, caftanes de gala y abayas, una prenda en auge en los últimos años gracias a su comodidad y estilo moderno.
El desfile fue ambientado con música árabe, lo que contribuyó a crear una atmósfera envolvente, muy bien acogida por los asistentes. La pasarela, al aire libre, permitió a los vecinos y visitantes observar de cerca la variedad de diseños y la evolución que ha experimentado este tipo de moda, cada vez más presente en las calles melillenses y con un público cada vez más diverso y joven.
Uno de los elementos más destacados fue la diversidad de estilos y cortes presentes en las prendas. Las chilabas cotidianas, más sencillas y de tejidos ligeros, contrastaban con los elaborados caftanes de ceremonia, confeccionados con materiales nobles y decorados con bordados ornamentales. Las abayas, por su parte, representaron una opción más actual y funcional, caracterizada por su holgura y caída, adaptadas a un estilo de vida urbano y dinámico.
La elección cromática también jugó un papel protagonista en esta edición. Aunque los tonos neutros dominaron buena parte de la colección, los colores rojo y verde destacaron por su fuerte presencia. El rojo, símbolo de celebración, y el verde, ligado a la naturaleza y a la cultura amazigh, aportaron fuerza visual a muchas de las propuestas exhibidas. La combinación de colores suaves con detalles más intensos generó un equilibrio estético que captó la atención del público.
En cuanto a los tejidos, se observó una cuidada selección que fue desde algodones frescos hasta telas más pesadas y brillantes, utilizadas en las prendas de mayor lujo. La mezcla de materiales tradicionales con influencias modernas mostró cómo la moda árabe continúa evolucionando sin perder su esencia, incorporando nuevos elementos de diseño y adaptándose a los gustos contemporáneos.
Este tipo de eventos no solo pone en valor la tradición textil de la comunidad musulmana melillense, sino que también refuerza el vínculo entre moda e identidad cultural. La celebración del desfile en fechas cercanas al Aid El Fitr responde a la costumbre de estrenar ropa nueva en esta festividad, lo que convierte esta pasarela en una oportunidad clave tanto para los comerciantes como para los consumidores que buscan las prendas ideales para lucir en una de las celebraciones más importantes del calendario islámico.
El desfile del Rastro no solo funcionó como escaparate de las últimas tendencias en moda árabe, sino también como una experiencia colectiva que fusionó cultura, tradición y modernidad en un entorno urbano que, por una noche, se transformó en una pasarela al aire libre. La alta participación del público y la calidad de las propuestas mostradas reafirman el creciente interés por esta manifestación cultural y su integración en la vida cotidiana de Melilla.