El presidente de la asociación de este tipo de negocios, Abselam Mohamed, señala que la celebración de la Semana Náutica apenas ha tenido impacto en el sector.
El verano está siendo una mala época para el sector hostelero de la ciudad, según afirmó en declaraciones realizadas a 'El Faro' el presidente de la asociación de este tipo de negocios, Abselam Mohamed, quien recalcó que durante el mes de agosto el número de clientes ha bajado considerablemente en base a varios factores, entre los que destacó la celebración del Ramadán, el periodo de vacaciones y la llegada de menos turistas que en años anteriores.
En palabras de Mohamed, el sagrado mes de ayuno no sólo está provocando que los locales de la zona centro de la ciudad reciban menos clientes en horario diurno, sino que muchas de las personas que venían a Melilla procedentes de Marruecos hayan optado por quedarse en su país durante esta fiesta religiosa.
No obstante, añadió que los negocios de barrios donde reside un gran número de personas que profesan el islam si tienen una alta actividad en horario nocturno, como ocurre en El Real o El Rastro, donde a la hora de ruptura del ayuno las cafeterías y restaurantes se llenan durante toda la noche.
Sin embargo, en el centro de la ciudad la situación es distinta durante el Ramadán, ya que los negocios de hostelería se ven más vacíos que en cualquier otra época del año. Además, a esto hay que sumar que es periodo de vacaciones y que muchos melillenses se encuentran fuera de la ciudad, lo que agrava la situación para este tipo de locales.
El otro gran factor que está empeorando la situación del sector durante agosto es, según Mohamed, el descenso en el número de turistas, que este año está impactando menos en la economía de la Ciudad Autónoma.
“Hay menos visitantes que otros años”, aseguró el presidente de la Asociación de Hosteleros, “incluso ha bajado el número de personas que venían a Melilla a visitar a sus familiares, lo cual se está notando bastante en el sector”, añadió.
Ni siquiera la celebración de la Semana Náutica parece haber revitalizado el sector, pues Mohamed afirmó que los que han llegado a Melilla con motivo de la celebración de este evento deportivo apenas han salido de la zona del Puerto Deportivo Noray.
“Es cierto que han llegado muchos turistas con motivo de la regata, pero su visita no ha tenido demasiado impacto sobre la economía local”, lamentó.
Por otro lado, el presidente de los hosteleros de la Ciudad Autónoma se mostró optimista de cara a la recuperación económica, pues resaltó que es habitual que durante este mes descienda el consumo a causa de las vacaciones.
Así pues, consideró que la situación volverá a la normalidad a lo largo de la segunda mitad de septiembre, cuando haya finalizado la Feria y la gente vuelva a incorporarse a su puesto de trabajo, una opinión que también comparten otros sectores empresariales de la ciudad.
De este modo, el sector de la hostelería en Melilla parece que tampoco se libra de la crisis internacional, aunque el presidente de la asociación de estos empresarios destacó que durante la mayor parte del año se ha mantenido la estabilidad, a excepción de los periodos en los que los melillenses suelen aprovechar para disfrutar de sus vacaciones.
La celebración del Ramadán en Melilla deja una doble impronta en el sector de la hostelería, ya que mientras algunos ven como su número de clientes baja considerablemente en verano, aquellos locales situados en los barrios donde hay grandes núcleos de población musulmana incrementan su actividad comercial en horario nocturno.
Así, barriadas como la de El Rastro o El Real se convierten en animadas zonas cuando se pone el sol gracias a la celebración de esta fiesta religiosa.
Peor suerte corren los negocios situados en la zona centro de la Ciudad Autónoma, ya que la mayor parte de ellos sólo abren en horario de día y acusan la falta de clientela, también agravada porque buena parte de ella se encuentra fuera de Melilla disfrutando de sus vacaciones. La situación, según Mohamed, se normalizará a mediados de septiembre.