La Autoridad Portuaria de Melilla ha abierto el procedimiento de licitación para la asistencia técnica para la redacción del proyecto de muelle para embarcaciones de grandes esloras.
Estamos ante el primer paso real hacia el nuevo pantalán de cruceros, que la Ciudad prometió que haría en esta legislatura.
Hasta ahora, el Puerto de Melilla dispone de muelles de 300 metros de longitud máxima, como es el caso del Muelle Nordeste 2, actualmente insuficiente para buques de grandes esloras, siendo necesaria una infraestructura que permita el atraque de estas embarcaciones, por eslora y calado, segmentos en la actualidad muy valorados por las grandes navieras de cruceros.
Así pues, desde la Autoridad Portuaria de Melilla se prevé que el nuevo muelle tenga su arranque en el dique de abrigo del puerto deportivo, dentro de la dársena principal del Puerto de Melilla y con una longitud máxima cercana a los 400 metros.
El servicio que se quiere a contratar comprende toda la asistencia para la correcta redacción del proyecto, incluida un estudio previo de alternativas de localización, orientación, así como la elaboración de informes que pudieran surgir hasta la aprobación del proyecto por Puertos del Estado.
Entrando en detalle, la labor de asistencia técnica comprenderá trabajos en tres etapas que incluyen la recopilación y análisis de la información básica, el estudio de alternativas de localización, orientación y configuración, así como, finalmente, la redacción del proyecto constructivo de la solución definitiva para el
muelle.
El contrato, con un plazo de ejecución de ocho meses, tiene un presupuesto base de licitación de 237.120 euros y un valor estimativo de 228.000 euros.
En junio de 2021, la Ciudad anunció que firmaría un convenio de 3,2 millones de euros con el Puerto de Melilla para dragar el fondo marino donde debía ubicarse el nuevo pantalán de cruceros de Melilla ya que la zona necesita una profundidad mínima de 11 metros. En ese momento se dijo que la arena que se drague irá destinada a las playas de la ciudad.
Habrá que ver, si en la zona del nuevo pantalán, el fondo marino que se vaya a dragar, es de fango o difícilmente sea arena.
Tan simple como usar una sonda de mano con escandallo para conocer la profundidad y el tipo de fondo.