El Melilla suma el punto que garantiza su salvación
El Melilla aseguró su permanencia en Segunda RFEF tras un vibrante empate (4-4) en el Román Valero ante un Moscardó que se jugará la permanencia en la última jornada desaprovechando cuatro ventajas para sumar la victoria liguera
Moscardó: Guille; Miguel García, Recalde, Telis, Paris; Samu Guillén, Isaac (Nacho, min. 78), Marwane (Nader, min. 83), Crespo; Dani Segovia (Mba, min. 70) y Temenuzhkov .
UD Melilla: Loscos; Tova, José Alonso, Manu Galán, Varela; Bravo, Moha (Armenteros, min. 90) Armando, Javi Ajenjo, Víctor Morillo; e Iván Fernández (Kavtaradze, min. 90).
Árbitro: Dirigió la contienda el colegiado Sahelices Puga (Comité asturiano). Mostró tarjeta amarilla al jugador local Nader y a los visitantes Armando, Bravo y Loscos (una vez terminado el partido).
Incidencias:partido correspondiente a la penúltima jornada de liga dentro del grupo quinto de la Segunda RFEF de fútbol que se juego en el Román Valero ante 3.170 espectadores.
El Melilla aseguró su permanencia en Segunda RFEF tras un vibrante empate (4-4) en el Román Valero ante un Moscardó que se jugará la permanencia en la última jornada. Este punto de oro garantiza que el conjunto azulillo pueda afrontar sin apuros el cierre del campeonato gracias a una notable mejoría en juego y resultados desde la llegada al banquillo de Ángel Rodríguez.
Salió valiente el bloque melillense, que en el segundo minuto de juego, tras un robo de balón en tres cuartos de campo en el que los locales reclamaron una falta, se adelantó en el marcador gracias a Victor Morillo, que golpeó duro desde fuera del área haciendo inútil la respuesta de Guille. Poco antes del primer cuarto de hora, el Moscardó tuvo una doble ocasión en las botas de Crespo e Isaac en la que Loscos tiró de reflejos para salvar el empate.
En el minuto 18, un centro de Crespo desde la esquina izquierda que prolongó Temenuzkhov lo aprovechó Telis llegando desde atrás para poner la testa y empatar la contienda. Mantuvo la consistencia el Melilla pese al revés y en una buena circulación le llegó el balón a Javi Ajenjo en la frontal del área, desde donde conectó un disparo ajustado inalcanzable para Guille.
El partido estaba muy abierto y antes de la media hora, en un balón de Samu Guillen a la espalda de la zaga visitante, el habilitado Temenuzkhov picó ante la salida de Loscos para volver a igualar (2-2). En el ida y vuelta derivado de los golpes melillenses y las réplicas locales ambos bandos salieron indemnes, con una fase de relajación antes del intermedio.
El colegiado decretó cinco minutos de añadido y se llegó a la conclusión del primer acto con una jugada en la que Temenuzkhov no pudo superar a Loscos, que sacó el balón limpiamente y salvó a su equipo. Tras un inicio de la segunda mitad muy parejo, en el minuto 55 de partido y tras un robo de balón, Víctor Morillo se sacó un zurdazo y el balón se coló por la escuadra derecha del arco de Guille. El Melilla se volvía a adelantar, pero duró poco la alegría a los visitantes, ya que, tras un barullo en el área Temenuzkhov volvió a equilibrar el pulso.
El gol espoleó a los locales que, acto seguido, en el 60, y con un Temenuzkhov inspirado, forcejeó con el central visitante para ganar el duelo y poner un pase atrás que no conectó con ningún compañero . Justo después, en un saque de esquina desde el perfil diestro, Victor Morillo, sin duda el jugador más destacado del cuadro norteafricano armó un fuerte disparo repelido por Guille.
El Melilla, que no hizo cambios hasta el 90, firmó su cuarta ventaja en un centro lateral en el que entró libre de marca Moha. Guille firmó una gran parada, pero el esférico ya había entrado según advirtió el linier (3-4). Temenuzkhov se echó nuevamente a su equipo a las espaldas, con sendos centros rematados por Nacho y abortados por Moha como mejores alternativas anfitrionas.
Ya en el tercer minuto del tiempo extra, en un nuevo centro lateral, en esta ocasión de Nacho desde el perfil izquierdo, Telis tocó lo justo para ponerla lejos del alcance del meta del Melilla. El cuadro local, espoleado por una grada en éxtasis, dispuso de una última opción en un remate fallido de Recalde a la salida de un córner.
