Una de las claves para conseguir la victoria será salvar el entramado defensivo visitante
La plantilla azulina retomó en la jornada de ayer las sesiones preparatorias de cara a la final que disputará el domingo en el Álvarez Claro a partir de las 12:00 horas frente al líder del Grupo IV, el UCAM Murcia. Un equipo que ha cuajado un extraordinario primer tercio de campeonato en el que nadie ha sido capaz de “mojarle” las orejas y que saltará al césped del municipal melillense con la idea de alargar su fantástica racha.
Después de disfrutar de la habitual jornada de descanso de los martes, los integrantes del plantel unionista volvieron a calzarse los borceguíes para desarrollar una sesión de entrenamiento que se desarrolló entre el anexo y el rectángulo de juego del vetusto coso de la Explanada de Camellos.
El cuadro técnico unionista programó para la jornada del miércoles un trabajo que se llevó a cabo en una sola sesión, al contrario que ocurrió en las semanas precedentes en las que los azulinos completaron su preparación con entrenamientos de mañana y tarde. En esta ocasión, el trabajo estuvo más condensado y el entrenamiento se prolongó por espacio de poca más de hora y media.
Tras el obligado calentamiento, los azulinos desarrollaron un trabajo de fuerza y de velocidad con balón sobre el césped del anexo. Posteriormente, los futbolistas cambiaron de escenario para trasladarse al terreno principal donde la sesión pasó a tener un contenido eminentemente técnico táctico.
Fernando Currás trabajó con sus hombres diferentes premisas tácticas, que a renglón seguido tuvieron que llevar a la práctica en una serie de partidos de fútbol disputados en espacio reducido, con la idea de intentar combatir el entramado defensivo que tan buen resultado le está dando al equipo que dirige el técnico manchego Eloy Jiménez, y que ha convertido al conjunto de la Universidad Católica de Murcia en el segundo equipo menos goleado de Primera, Segunda y Segunda División B con siete tantos encajados. Tan solo el FC Barcelona con cinco goles en contra se ha mostrado hasta el momento más sólido en defensa que el cuadro murciano. Eso sí, con dos partidos menos disputados que el próximo rival de la Unión Deportiva Melilla.
Afortunadamente la sesión preparatoria de ayer transcurrió con normalidad y sin ningún contratiempo.
En cuanto a las novedades deportivas cabe significar que el canterano Borja López ha superado de manera satisfactoria las molestias que sufría en el abductor que le mantuvieron varias semanas en el dique seco y ya entrena al mismo ritmo que sus compañeros, por lo que el domingo podría ser de la partida si el técnico azulino lo considera oportuno.
En cuanto al estado de la enfermería, Braim y Amarito siguen siendo los únicos ocupantes de la misma. Ambos completaron ayer una sesión de fisioterapia bajo los cuidados de Halee, además de llevar a cabo un trabajo de readaptación bajo las directrices marcadas por el preparador físico del equipo Augusto Hoyo. Habrá que ver cómo evolucionan el extremo y el lateral zurdo a lo largo de las próximas horas para saber si llegarán a tiempo o no al encuentro del domingo ante el líder.
Quien no estará seguro será el zaguero Ricardo Segura ‘Richi’, expulsado el domingo pasado en el Estadio Nuevo Los Cármenes tras serle mostrada en dos ocasiones la cartulina amarilla y que le obligará a ver el partido desde la grada como consecuencia del partido de suspensión que le ha impuesto el Juez de Competición.