En una semana que resultará decisiva para las aspiraciones de los equipos situados en la zona alta, la UD Melilla recupera crédito tras el buen partido realizado ante el Sevilla Atlético al que superó con buen fútbol y con carácter, haciéndose acreedor de los tres puntos.
Está claro que cada uno mira la clasificación como mejor le conviene para sus intereses como ocurre en Jaén donde colocan al equipo del Santo Reino en la cuarta plaza, pero no es menos cierto que en esa tabla en la que se miran algunos equipos no están sumados los seis puntos que, como el Melilla, tienen asegurados los que aún no han descansado por la retirada del Sporting Villanueva y del Polideportivo Ejido. Porque, cuando llegue el turno, habrá que ver si los aspirantes a acabar en puestos de play-off sacan sus partidos adelante; cosa que en estos momentos, en los que todos luchan por algo, es arduo difícil. Por lo que nosotros, como la mayoría de medios y como la mayoría de equipos, incluido el melillense, preferimos hacer cábalas contando con las dos victorias aseguradas por el Reglamento de la Competición ya que al final, absolutamente todos contarán en su casillero con los puntos en cuestión.
Dicho esto, no queda otra cosa que felicitar a la familia unionista por alcanzar, aunque sea de manera provisional, el principal objetivo marcado por la entidad que preside Cristóbal Sánchez. El cuadro azulino, por fin, está donde se merece a pesar de las vicisitudes por las que ha atravesado y que, llegado el momento, habrá que analizar. Lejos quedan las excusas, vividas por el club una temporada sí y otra también, como es la de la confección de la plantilla y el consiguiente periodo de cohesión de grupo y pretemporada inadecuada. Lejos queda el lamentar si se acertó o no en este fichaje o aquél; o si se pudo hacer esto o lo otro.
Lo importante es que a estas altura de temporada el equipo está donde todos queremos que esté. Directivos, técnicos, jugadores y afición, deben tener claro que no son momentos de lamentaciones y que cualquiera hubiera firmado a principios de temporada por llegar con posibilidades reales de acabar en puestos que dan derecho a luchar por ascender de categoría a falta de nueve jornadas para la conclusión de la fase regular. Ahora toca lo más difícil, ahora toca pelear por mantenerse en los puestos de privilegio. No queda otra y el margen de error que queda, por los cometidos hasta la fecha, es prácticamente nulo. Y la única manera de compensar lo malo realizado, es precisamente abogar por lo contrario, pelear por seguir entre los mejores sacando lo mejor de sí mismo. La oportunidad de jugar unas eliminatorias de ascenso no se tienen todos días por lo que el esfuerzo a realizar merece la pena.
El equipo ha vuelto a encadenar seis jornadas sin perder y presenta unos números realmente meritorios en lo que llevamos de segunda vuelta en la que sólo ha perdido un partido, el disputado en el Ciudad de Lucena. Pero lo más importante son, como todo en la vida, las sensaciones. Y el domingo pasado el conjunto que dirige el granadino Óscar Cano transmitió, al menos bajo mi punto de vista, unas sensaciones que hasta ahora había desprendido en contadas ocasiones como ante el Roquetas, Cádiz o Betis B.
Mañana miércoles, casi sin tiempo de recuperar, la UD Melilla tiene otra dura prueba que afrontar en el mítico Ramón de Carranza ante un Cádiz CF que se mantiene firme en la primera posición de la tabla y que, a pesar de los pesares, y con los altibajos que sufre en su juego, lleva la impresionante racha de 16 partidos sin perder. Jose González está a un sólo de partido de igualar la marca del jerezano Carlos Orúe al frente del equipo amarillo cuando permaneció 17 jornadas invicto, los melillenses tienen intenciones de conseguir un resultado positivo para seguir escalando posiciones dentro de la clasificación general en el grupo IV de la Segunda División B.
Decía Ramón Tejada, entrenador del Sevilla Atlético, en la rueda de prensa posterior al partido que veía al Melilla como un equipo con las ideas muy claras y que sabe a lo que juega; formado por jugadores con experiencia y, sobre todo, con alternativas en el juego. Y no le falta razón al joven técnico sevillano. Los melillenses se tienen que aprovechar del buen momento en el cual están para conseguir una nueva victoria.
El próximo rival del Melilla apenas tuvo problemas para deshacerse de un Almería B que afrontó el partido con numerosas bajas pero que también ofreció todo un recital de errores impropios de la categoría. Akinsola se destapó con tres dianas y ahora queda por ver si el técnico gaditano apostará por el nigeriano ante el Melilla o por Dani, ausente en los Juegos del Mediterráneo por sanción.
La UD Melilla parece tener, por fin, un estilo definido y ese no es otro que el basado en el orden defensivo y aprovechar las cualidades de una serie de jugadores para sorprender al contrario en rápidas transiciones. Probablemente no es el estilo de juego con el que comulgue su entrenador pero es el que más resultado le ha dado a Óscar Cano. Aún así, en el plantel hay jugadores de un gran nivel técnico que podrían ofrecer un estilo más pausado y de elaboración como reza en los principios del míster azulino. La necesidad de hacer rotaciones en una semana muy intensa de competición podría ofrecer una alternativa diferente en un escenario como el Ramón de Carranza. Lamentando la lesión de Fausto Tienza, que pasa por el mejor momento de la temporada y del que esperamos una pronta recuperación, abre la puerta a otras alternativas. Ante el filial sevillista la defensa se mostró tremendamente segura; el centro del campo muy activo y participativo y la delantera muy incordiante. Sin duda el equipo hizo un gran trabajo. Dani Fragoso estuvo inconmensurable en la labor de pivote. Podría imaginar, y uno es libre se hacerlo, un centro del campo formado por Fragoso, Campillo, Velasco, Nico Cháfer y Katxorro en la media punta. Sería una posibilidad, no impensable, para disputar la posesión de la pelota a un equipo que sin ella sufre muchísimo como es el Cádiz. Recursos los hay y alternativa también. Aunque también es justo reconocer que cuando algo funciona, mejor no tocarlo. Pero ya puestos a medir el potencial, por qué no hacerlo con lo mejor.
Por otra parte, el CD Puertollano sumó un merecido punto en el último suspiro de un partido en el que llegó a adelantarse ante un Caceereño que se resiste a abandonar la zona alta de la clasificación y que el próximo domingo recibe al Real Jaén en otro partido que será a cara de perro, donde se puede dar cualquier resultado.
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