l El filial azulino perdió un partido en el que el empate hubiera sido lo más justo l El gol visitante llegó precedido de un fuera de juego y de una falta clara. La UD Melilla B encajó la primera derrota de la temporada ante un equipo que no hizo méritos para llevarse los tres puntos y que se aprovechó de la pasividad de la defensa azulina en la jugada del tanto del Atlético Mancha Real que vino precedido de un fuera de juego y de una falta cometida por Miguel Pérez, autor del gol jiennense, por lo que no debió subir al marcador.
El filial unionista no pudo alargar su cartel de equipo invicto, frente a uno de los equipos más experimentados del Grupo IX y que, al igual que la temporada pasada, se llevó demasiado premio del feudo melillense basándose en el orden y en la sobriedad defensiva.
El partido no resultó atractivo de cara a los aficionados que se dieron cita en La Espiguera y que tuvieron que aguantar un calor y un sol de justicia. Aún así, el duelo mantuvo el interés hasta el final más por la incertidumbre en el marcador que por el juego desplegado por ambos equipos. Felipe Sánchez dio entrada en el once inicial al central Adam y al volante Hamin tras cumplir ambos jugadores la sanción de cuatro partidos de suspensión.
El primer tiempo tuvo poca historia ya que no hubo ni una ocasión de gol en ninguna de las áreas. Farid II al cabecear desviado un saque de esquina botado por Hamin y Pedrito al intentar sorprender desde lejos al meta local Jesús, protagonizaron las dos únicas jugadas merecedoras de mención en el apartado ofensivo, en un periodo en el que ambos equipos estuvieron muy ordenados sobre el terreno de juego y en el que demostraron una gran disciplina táctica con un juego previsible, en el que nadie era capaz de salirse del guión y en el que los defensas siempre tenían ventaja sobre los atacantes.
Así las cosas y con un juego que fue decreciendo conforme fueron pasando los minutos, los equipos se marcharon al vestuario con el empate inicial en el marcador.
El segundo acto continuó por los mismos derroteros aunque los visitantes estuvieron a punto de adelantarse en el electrónico a los cuatro minutos de la reanudación. Jesús sacó en corto sobre Rafa al que Montiel le robó la cartera para plantarse ante el meta melillense, que aguantó bien la posición para resolver sin apuros el disparo flojo del delantero jienense.
El Melilla B aunque sin una presencia permanente en terreno visitante, sí trató de enviar con más asiduidad balones al área aunque la defensa y el portero visitante supieron resolver sin apenas problemas las acometidas del equipo local. Así, en el 55' de juego, Farid II lo intentó desde lejos con un disparo seco que se marchó cerca del travesaño. Un minuto después fue Melik el que lo intentaría, pero su disparo intencionado golpeó en un defensa y el cuero se marchó a saque de esquina.
El partido seguía cociéndose en la zona ancha sin que la pelota tuviera un claro dominador por lo que tan sólo un error o una jugada a balón parado podría provocar que la balanza cayera hacia uno u otro lado. Y eso fue lo que pasó. Tras diez minutos de sesteo, un balón largo a la espalda de la defensa local llegó a los dominios de Miguel Pérez que, en posible fuera de juego y tras deshacerse de su marcador con un claro empujón, aprovechó la pasividad de la zaga local para acomodarse el disparo y colocar el esférico lejos del alcance de Jesús junto al palo izquierdo del portal azulino, estableciendo el que a la postre sería el 0-1 en el marcador.
El gol, que sorprendió a propios y extraños, espoleó a los de Felipe Sánchez que a partir de esos instantes intentaron buscar más con el corazón que con la cabeza el tanto de la igualada. Así, Farid II buscó el gol en un disparo en el que el cuero se marchó muy cerca del palo izquierdo y poco después fue Melik el que pudo conseguir el empate en un remate de cabeza tras una falta lateral ejecutada desde la derecha por Bécker. Riduan también lo intentó desde lejos pero su disparo se marchó muy desviado. A fata de diez minutos para la conclusión, el técnico melillense efectuó un doble cambio buscando una reacción que no llegó puesto que el Atlético Mancha Real siguió mostrándose muy firme en defensa y sin dar concesiones hasta el pitido final que le sirvió para llevarse demasiado botín de su visita a La Espiguera en un partido en el que el empate inicial a cero goles hubiera dejado contentos a todos.