Este instituto comparte aulas con la Escuela Oficial de Idiomas, de forma que ni hay suficientes clases para impartir FP Básica ni para enseñar más lenguas.
En el IES Leopoldo Queipo hay varios tipos de alumnos. Están los que estudian ESO y Bachillerato, los de Formación Profesional de Administración y de Informática y los que desean aprender un idioma, porque en el mismo edificio, en unas pocas clases, se encuentra también la Escuela Oficial de Idiomas. Desde el centro aseguran a El Faro que hay una buena convivencia entre esta escuela y el resto del centro. No ven su principal problema en la falta de espacio que tienen tanto los alumnos de FP como los de la Escuela de Idiomas por compartir un mismo centro. De hecho, desde el instituto aseveran que el principal problema al que se enfrentan a diario es el elevado número de alumnos. Hay más de 30 estudiantes por aulas, pero lo curioso de este tema es que lo ven algo “normal”. Afirman que no pueden quejarse. En el instituto no falta de nada y lo único que dificulta la enseñanza es el elevado número de alumnos. Pero claro, desde el Leopolo Queipo señalan que esta deficiencia es común al resto de institutos, así que no ven por qué se iban a quejar ellos más que nadie de semejante situación.
Desde el centro indican que la elevada ratio en la ESO y los alumnos con necesidades de refuerzo educativo en Lengua y Matemáticas han ‘provocado’ que se programen desdobles en las clases de varios niveles. En concreto de primero y segundo de Secundaria, cuentan con más profesores para dividir las clases en dos y así enseñar estas dos materias a los grupos según su nivel. Explican desde el Leopoldo Queipo que tienen estos maestros desde el inicio de curso. No saben si otros institutos cuentan con estos mismos recursos, pero a ellos les viene muy bien para avanzar en las clases y conseguir el objetivo final: Que el alumno aprenda. En el resto de materias de primero y segundo de la ESO sí hay más de 30 alumnos por clase y no es posible repartirles en grupos más pequeños, ya que no hay ni espacios ni profesores para ello.
Además, este año también cuentan con un programa de clases de apoyo en horario de tarde. Dos grupos de primero, segundo y tercero y uno de cuarto de la ESO acuden al centro para recibir apoyo de Lengua y Matemáticas.
En cuanto a los recursos de los programas de Formación Profesional, desde el instituto afirman que todos los presupuestos que presentan los maestros para mejorar el material o los equipos, se aceptan por parte de la Dirección Provincial de Educación. En el centro hay dos familias de FP, la de Administración y la de Informática. Al inicio de curso hubo una gran demanda de estos cursos, pero tan sólo en uno de ellos de grado medio se quedaron algunos estudiantes sin plaza.
Hacer malabares
Pero el hecho de convivir varios tipos de programas en un mismo edificio conlleva una dificultad de organización. Desde el Leopoldo Queipo aseveran que hay que hacer “malabares” para encajar los horarios de los profesores con las diferentes aulas que hay disponibles. Y en este punto la Escuela Oficial de Idiomas tiene mucho que decir. Si esta institución se hubiera trasladado ya al nuevo centro que se está construyendo en el antiguo Mercado Central, las cosas serían diferentes en el instituto. Para empezar el Leopoldo Queipo podría utilizar esas aulas para la Formación Profesional Básica. Su intención es incorporar estos nuevos cursos, pero para ello necesita el espacio que ocupa actualmente la Escuela Oficial de Idiomas. También los alumnos y profesores de esta escuela saldrían beneficiados con su traslado. En el Mercado Central tendrán más aulas donde impartir las clases y acoger a nuevos estudiantes que se quedan sin plaza porque no hay espacios donde meterlos.
Tanto la Escuela Oficial de Idiomas como el Leopoldo Queipo están a la espera de que en el 2015 el Mercado Central tenga el equipamiento necesario para hacer realidad el ‘sueño’ de todos: Tener más espacio donde dar clases.
Desde el instituto insisten en que tener a la Escuela Oficial de Idiomas en el edificio no es un problema. Afirman que es un “lujo” poder contar con estos alumnos y profesores por sus pasillos. No obstante, reconocen que a la hora de organizar las aulas en horario de tarde es un “estorbo” que la Escuela Oficial de Idiomas esté impartiendo clases. Aunque insisten en la buena relación que hay entre todos y en que el traslado de la Escuela será bueno para ambos.
Otro de los temas “normales” del que no quiere quejarse el Leopoldo Queipo porque afecta también al resto de institutos es el aumento de horas de clase para el profesorado. Con las normas de inicio de curso, se redujeron las horas para los profesores encargados de los departamentos y las bibliotecas. Pero desde el centro aseguran que no van a protestar por este tema porque luego la sociedad les culpa por decir que trabajan más horas cuando su queja es que no tienen tiempo para hacer su labor en las mejores condiciones laborales.
La semana pasada esta concentración se produjo en el Eduardo Morillas, donde se denunció que la comunidad docente lleva 15 años esperando la construcción de un nuevo instituto para los alumnos del IES Virgen de la Victoria. Desde la dirección del Eduardo Morillas se aclaró a El Faro que se desvincula de estas reinvindicaciones. La dirección del colegio señaló que fueron los sindicatos los que criticaron los 15 años que llevaban esperando a la construcción de un nuevo instituto.