Kirico es músico, contrabajista y productor musical y parte integrante de la organización de las Jornadas de Jazz. Para él este estilo de música es una forma de expresión universal que va más allá de culturas, geografías y fronteras. "Las notas del jazz desembarcan", afirma mientras se encuentra preparando la XXVIII Jornadas Juan Claudio Cifuentes, que tendrán lugar la tercera semana de febrero en la ciudad de Melilla. La finalidad es aprender a escuchar y apreciar este género musical que ha evolucionado mucho y que se nutre de muchas culturas musicales.
-¿Qué nos puede adelantar sobre las jornadas?
-Todavía no hay un programa oficial de las próximas jornadas de jazz. Pero lo que está claro es que jazz invadirá la ciudad en esos días: iremos a los institutos, donde se llevarán a cabo sesiones de jazz didácticas, se tocará en las calles, habrá sesiones didácticas, conciertos. La idea es acercar y dar a conocer este genero musical a todos los melillenses. Un género que tiene como origen la fusión de la cultura africana con la europea cuando ambas se encuentran en los Estados Unidos.
-El jazz nos enseña a escuchar, a dialogar y a vivir el presente a través de la improvisación. También el jazz ayuda a explotar todas las energías de la vida...
-Desde las primeras jornadas que se llevaron a cabo en esta ciudad, hace ya veintiocho años, no ha decaído el interés y siempre ha tenido mucho éxito. El jazz no es ya una música tan minoritaria y en Melilla está bien implantado. El jazz es vivo, es capaz de coger una melodía de una película hoy día retro como Sonrisas y Lágrimas y hacértela actual y preciosa. Se dice que el jazz quita el polvo de la vida cotidiana. Por ejemplo, yo empecé a amar el jazz escuchando a la cantante estadounidense Sara Vaughan, ella con enorme versatilidad y control del vibrato, su inventiva armónica y alto sentido de la improvisación, interpretaba temas de los Beatles.
-El jazz no es música de fondo, parece que hay que prestar atención para disfrutarla al máximo.
-Está claro que el jazz se sale de la radio fórmula, una música que se escucha fácil. El jazz siempre ha significado libertad y se opone a una forma concreta. Andrea Motis o Bubblé han llegado al gran público con su música jazz, pero son casos aislados. El jazz es la música de la libertad, de asimilar y absorber como una esponja. El jazz tiene mucha trascendencia e influencia en la cultura musical.
-El jazz se origina en las poblaciones cercanas al delta del Mississipi, en USA, y procede de la unión de elementos europeos, euro africanos y negro…
-El jazz surge de la mezcla de diferentes melodías y ritmos afro-norteamericanos, en Estados Unidos, Louisiana. EEUU era un país que estaba emergiendo y los negros en el siglo XVIII eran tratados como esclavos de algodón propiedad de las familias ricas. La música era para ellos una forma de expresión, pues era una manera de rebelión contra la injusticia. Llevaban un trabajo duro y eran tratados como esclavos, cantaban mientras trabajaban y estaban esas canciones destinadas a aliviar la fatiga corporal, como una forma de aliviar el dolor y surgieron las primeras notas del blues y las bases del jazz quedaban establecidas; patrones rítmicos y melodías sencillas, la instrumentalización, las armonías y el fraseo de la música europea y por último el interés de llegar a un sonido propio en cada ejecutante…
-Esos fueron los orígenes del jazz aunque siempre abierto a muchas influencias. Gracias a la energía que posee, ha sido absorbido por el pop rock flamenco...
-Sí, los orígenes los he explicado anteriormente pero el jazz ha evolucionado mucho, si bien la base es la música tradicional de África, de carácter espiritual, los textos que empleaban estaban basados en las sagradas escrituras y antiguos himnos religiosos. Hoy día existe el hot Jazz, el Swing, el Bebop, el cool Jazz. El Hard Bop. El free Jazz etc...
-Usted es contrabajista, un instrumento dentro de una formación con mucha prestancia.
-En el jazz no es como en la música pop en que el solista tiene el protagonismo, en el jazz cada instrumento tiene el suyo. El jazz permite utilizar más cantidad de instrumentos y fusionar todo tipo de músicas.
Son ocho los emblemáticos instrumentos del jazz: la trompeta, saxofón, piano, trombón, clarinete, contrabajo, batería y guitarra eléctrica. En todos los estilos de música tiene que haber un instrumento que haga las notas más graves. Éste es el papel del contrabajo en el jazz. Es un instrumento de grandes dimensiones llegando a medir 1.9 m de alto y 65 cm de ancho y pesa unos 9 kilos. Es un instrumento grande y el músico lo tiene que tocar de pie y sobresale del escenario. El peso del instrumento se traslada a su sonido que es penetrante y potente y que arropa a los demás instrumentos con su intensidad.
-La improvisación, pequeñas variaciones de la melodía inicial mientras tocan hasta cobrar importancia y convertirse en discursos melódicos inventado en el momento. Un género musical con esas características es muy libre, sin perder un ritmo. Louis Armstrong decía que el jazz es una música de intérpretes y no de compositores...
-El jazz es vivo, es muy espontáneo. Puede dar la impresión de que cada uno va por su lado porque es muy libre, pero tiene una estructura armónica. Los instrumentistas llevan a cabo sus solos con improvisaciones espectaculares donde hay cabida para el lucimiento individual. También pueden llevar a cabo una improvisación colectiva con todos los instrumentos tocando a la vez.
-El jazz ha influenciado la cultura musical de una manera honda y perdurable en el tiempo. El legado del jazz perdurará por muchas generaciones.
-Yo apuesto por la gente joven. El músico de jazz tiene capacidad de variar, asociar y buscar melodías y realizar cosas increíbles. Muchas canciones del pasado tienen melodías con un gran potencial para un músico de jazz que tiene la capacidad de reinventar e interpretar. Rita Payés, trombonista, o Pepa Niebla son exponentes representativos de jóvenes que hacen música jazz interesante, entre tantos otros.