Melilla y Motril, las dos ciudades españolas más cercanas si trazamos una línea recta a través del Estrecho, reforzaron ayer sus lazos y vínculos gracias al hermanamiento entre los clubes náuticos de ambas ciudades. Motril, de hecho, ha sido decisoria desde un principio en la consolidación de nuestra Semana Náutica. Su Club Náutico ha trabajado, codo a codo, con el melillense para que así fuera.
La apuesta de nuestra Regata por atraer a la clase club o crucero, promotora de una participación deportiva pero también más turística y familiar, se hizo posible también en gran medida gracias al apoyo y complicidad del Club Náutico de Motril.
La naviera Armas está contribuyendo aún más a que ese vínculo se fortalezca y estreche, con un enlace que, además de óptimo y a buen precio, se realiza con un barco en tan buen estado como el 'Volcán de Timanfaya'.
Una delegación compuesta por 44 personas, entre directivos y socios del Club Náutico de Motril, están en Melilla desde el miércoles pasado para protagonizar un hermanamiento que ayer se materializó en un protocolo de colaboración durante la cena que se celebró en el restaurante de nuestro Club Marítimo.
Hay que reconocer el largo trabajo que muchos melillenses y autoridades locales han llevado a cabo en estos últimos años para fortalecer un vínculo que nos aproxima más a la Península, pero de entre ellos hay que destacar al presidente actual del Club Marítimo, Manuel Quevedo, que en su idea aperturista de la entidad está cosechando numerosos éxitos.