l La UD Melilla B plantó cara a un rival de la entidad del Atlético Mancha Real que acabó tirando de oficio y pidiendo la hora l La falta de atención a la hora de defender las acciones a balón parado costó muy caro A la UD Melilla “B” le faltó acierto en la definición para traerse de tierras jiennenses un resultado positivo, en un partido que acabó con el equipo local pidiendo el final ante el acoso de los azulinos.
El filial unionista volvía a afrontar un encuentro de liga lejos de su feudo con significativas ausencias, pero eso no fue óbice para que el cuadro norteafricano pusiera contra las cuerdas a uno de los equipos más cualificados del Grupo y que vuelve a aspirar este curso a disputar el play-off de ascenso a Segunda División B.
Pronto se pondrían las cosas muy cuesta arriba para el equipo que dirige Felipe Sánchez, ya que Carlos Ortega adelantó a los cinco minutos de juego al Atlético Mancha Real al rematar con la testa y libre de marca una falta ejecutada desde el flanco derecho del ataque andaluz.
La escuadra melillense lejos de venirse abajo, dio un paso al frente en busca de la igualada que llegó un cuarto de hora después por mediación de Melik al aprovechar un rechace del portero local tras una buena jugada de Sufian. El empate pudo haber llegado antes, pero el disparo de Melik en el minuto 12 se marchó fuera.
Cuando parecía que se llegaría al descanso con tablas en el electrónico, otra falta de atención en una acción a balón parado acabó con la pelota dentro de la portería azulina (ayer rojinegra). Fue como consecuencia de un lanzamiento desde el banderín de córner que el central Ramón, totalmente solo en el segundo palo, cabeceó a la red.
La efectividad que demostró el con junto local de cara al marco fue precisamente lo que echó en falta el cuadro de Felipe Sánchez en la segunda mitad.
Los melillenses tuvieron más presencia en campo andaluz hasta el punto de gozar de varias ocasiones de gol que no fructificaron por falta de puntería en algunas ocasiones y por el buen hacer del cancerbero Emilio en otras. La más clara, a falta de cuatro minutos para el final cuando sacó una mano providencial evitando que el esférico entrara por la escuadra de su meta a disparo de Sidi II .
El Melilla B siguió apretando en busca del empate, pero enfrente se topó con un equipo que tiró de oficio para gestionar de manera certera el ‘otro’ fútbol.