La Ciudad Autónoma de Melilla ha recepcionado este viernes, a las 09:45 horas, las obras de acerado ejecutadas en el entorno del Instituto de Educación Secundaria ‘Miguel Fernández’ y la iglesia del barrio del Real, una actuación que ha supuesto una profunda transformación urbana en varias calles de esta zona de la ciudad. El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha visitado los trabajos finalizados junto a responsables de la Consejería de Medio Ambiente, área promotora del proyecto, y ha destacado el alcance y la utilidad de una intervención que ha superado los 600.000 euros de inversión.
Durante la visita, Imbroda ha subrayado que se trata de una actuación “muy completa”, que ha abarcado calles como Ceuta, La Legión y Jiménez Iglesias, con el objetivo principal de mejorar la accesibilidad y la seguridad, especialmente en un entorno con una elevada presencia de centros educativos. “Se ha dado accesibilidad a toda esta zona y, sobre todo, a zonas escolares. Una salida infantil, el instituto y una plataforma única pensada para evitar riesgos y problemas”, señaló el presidente, quien ha recalcado que la obra ha supuesto “muchísima más comodidad y accesibilidad para todos los vecinos”.
El proyecto ha permitido eliminar aceras estrechas y desniveles que dificultaban el tránsito diario, especialmente para personas con movilidad reducida, carritos infantiles o usuarios mayores. Según Imbroda, una situación que ha quedado resuelta tras la remodelación integral del acerado. “Ahora es una zona mucho más accesible y cómoda. Solo hay que verlo para comprobar que ha quedado muy bien”, afirmó.
Uno de los puntos más relevantes de la intervención ha sido la creación de plataformas únicas en áreas sensibles, como los accesos a centros escolares. En el caso del colegio infantil del entorno, la entrada ha sido completamente reformada para reducir riesgos. “Antes había cierta peligrosidad; ahora hay mucha más tranquilidad para dejar a los niños en el colegio”, indicó el presidente de la Ciudad, que insistió en la mejora directa de la calidad de vida de las familias.
La actuación también ha tenido un impacto positivo en el tejido comercial del barrio del Real. Imbroda ha explicado que muchos establecimientos presentaban escalones o barreras arquitectónicas que complicaban el acceso. “Ahora los comercios son más accesibles. Hay cafeterías y viviendas de vecinos que tenían problemas y que se han solucionado con esta obra”, señaló, calificando el proyecto como “una gran actuación”.
En materia de seguridad vial, el presidente ha destacado que todos los pasos de peatones y la ordenación del tráfico han sido diseñados con el asesoramiento de la Policía Local, que ha determinado la ubicación de los cruces y los itinerarios peatonales. Esta coordinación ha permitido mejorar la convivencia entre peatones y vehículos en un área con un tránsito constante.
Más allá de la funcionalidad, Imbroda ha querido poner en valor el respeto al patrimonio histórico e industrial de Melilla. Durante las obras se han recuperado y puesto en valor antiguos restos de las vías del tren que utilizaban las compañías Setolazar y Minas del Rif para el transporte de minerales en los primeros años del siglo XX. “Se han respetado, se han sacado a la luz y se han marcado para que tengan presencia histórica”, explicó, recordando que forman parte de una etapa clave del desarrollo de la ciudad autónoma.
La obra se ha ejecutado por fases y ha tenido una duración aproximada de un año, un periodo en el que los vecinos han podido observar de manera progresiva los avances. “Hoy ha sido casi una sorpresa ver el resultado final, porque todos hemos pasado varias veces mientras se trabajaba”, comentó Imbroda, quien ha insistido en que se trata de una intervención “que le viene muy bien a los ciudadanos y que mejora la calidad de vida, sobre todo en términos de accesibilidad”.
El presidente ha avanzado, además, que este tipo de actuaciones podrían extenderse a otras zonas del barrio del Real, especialmente a la calle Jiménez Iglesias, como punto de partida para una transformación más amplia del entorno urbano.
La obra ha sido financiada íntegramente con fondos propios de la Ciudad Autónoma, a través de la Consejería de Medio Ambiente. Imbroda ha querido cerrar su intervención agradeciendo el trabajo realizado por todo el equipo del área. “Quiero dar la enhorabuena a la Consejería de Medio Ambiente al completo. Es una actuación más de las muchas que se están haciendo y de las que se van a hacer, y la verdad es que estoy encantado de haberla visto”, concluyó.








