Son las conclusiones del curso ofrecido por el jefe de la UCI del Hospital de Traumatología de Granada, Enrique Fernández Modéjar, celebrado en Melilla.
El consumo del alcohol y las drogas son el principal factor de riesgo en accidentes de tráfico. Esta es una de las conclusiones del curso organizado por la UGR en Melilla que, bajo el título ‘Atención al paciente neurológico y traumatizado crítico’, ha estado difigido por el jefe de la UCI del Hospital de Traumatología de Granada, Enrique Fernández Mondéjar.
En este curso, que partía de la premisa de que en España no se realiza Prevención Secundaria en traumatizados, se han hecho algunas recomendaciones sobre el asunto.
Así por ejemplo se subrayó que partiendo de la base de que el consumo de alcohol y drogas continúan siendo el principal factor de riesgo en accidentes en España, la prevención es, tras los estudios y prácticas realizados por un equipo de trabajo, “un instrumento decisivo para paliar los resultados en este ámbito”.
En este estudio, realizado en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves, de Granada, se establece que el consumo de alcohol y drogas es el principal factor de riesgo para sufrir accidentes de todo tipo, y aproximadamente un 50 por ciento de los traumatizados graves menores de 45 años están relacionados con el consumo de alcohol y drogas.
Además, la reincidencia de nuevos accidentes en esta población es muy alta y si estos pacientes no reciben tratamiento, las posibilidades de fallecer en otro accidente son de un 200 por cien con respecto al resto de la población.
Durante el curso, también se significó la necesidad de establecer un programa de difusión para la generalización de la Prevención Secundaria y se advirtió que “una recomendación conjunta por parte de la Semicyuc y del Plan Nacional Sobre Drogas debe ser el primer paso”.
En esta recomendación se especifica que “los hospitales que reciben traumatizados deben establecer mecanismos para identificar a los pacientes que han sufrido traumatismos relacionados con alcohol y drogas y deben aplicar Prevención Secundaria.”
Cómo evitar la reincidencia
Hay datos en la actualidad que permiten afirmar con rotundidad que una Intervención Motivacional (IM) durante el ‘encamamiento’, tras un traumatismo grave, disminuye significativamente el consumo de alcohol, así como la reincidencia de nuevos traumatismos, hasta en un 50 por ciento de los casos.
“La situación de convalecencia tras un traumatismo grave –aseguran los autores del estudio– sitúa al paciente en unas condiciones ideales para reconocer el riesgo al que ha estado sometido y el peligro de persistir en esa conducta. En estas circunstancias, las posibilidades de éxito de una IM son óptimas si se realiza adecuadamente. Por tanto, los hospitales que reciben traumatizados constituyen una oportunidad perfecta para actuar en este sentido”.
Los responsables de este trabajo hospitalario afirman que “la realización de esta IM debe considerarse una parte fundamental en la asistencia integral del paciente traumatizado y debe enmarcarse dentro de lo que se considera Prevención Secundaria”.
La Prevención Secundaria en España
Respecto a la situación en España de la Prevención Secundaria en Traumatizados asociados a alcohol y drogas, el informe apunta que no se realiza ninguna actividad significativa en este campo. “En una reciente encuesta realizada en 60 Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de todo el territorio nacional durante octubre y noviembre de 2008, sólo una UCI tenía una actividad muy elemental de Prevención Secundaria en Traumatizados, y ellos mismos reconocen sus grandes limitaciones en este ámbito. Asimismo, de esta encuesta se desprende la escasa información que existe en este campo, ya que el 60 por ciento de los encuestados reconocen desconocer la utilidad de este tipo de prevención”.
En España, solo el Hospital Virgen de las Nieves de Granada tiene establecido un Programa de Prevención Secundaria en Traumatizados. Y dado que en España la mayoría de los médicos que atienden a estos pacientes desconocen la utilidad de esta Prevención Secundaria –en una reciente encuesta, el 64 por ciento de los médicos que atienden traumatizados graves, desconocía la posibilidad de esta Prevención Secundaria–, se recomienda en este estudio “establecer acciones educativas dirigidas a profesionales, tanto médicos como enfermeras, sobre la utilidad de esta actividad”.