Sáenz de Santamaría acusó al Gobierno de estar ausente a pesar de la tensión en la ciudad. El Congreso de los Diputados rechazó ayer las comparecencias de los ministros de Asuntos Exteriores e Interior, Miguel Ángel Moratinos y Alfredo Pérez Rubalcaba, respectivamente, en la Cámara Baja, para dar cuenta de los sucesos ocurridos en las últimas semanas en la frontera entre Melilla y Marruecos.
Las peticiones de comparecencias, que habían solicitado los diputados del PP, ha sido rechazada por 29 votos en contra correspondientes a PSOE, CiU, ERC e IU, 20 a favor (PP y UPyD) y 3 abstenciones (PNV y BNG) en el marco de la Diputación Permanente.
La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, inició su intervención relatando cómo la tensión en la frontera entre Marruecos y Melilla fue creciendo día a día y, pese a ello, la reacción del Gobierno ha sido la de estar ausente.
“Ausencia del ministro de Asuntos Exteriores, silencio de la ministra de Igualdad y dejadez del titular de Interior” ha sido, según la portavoz del PP, la respuesta de un Ejecutivo que da igual que “esté o no de vacaciones”.
En concreto, y según publica Efe, criticó el vacío diplomático en Marruecos, a la vez que aseguró que Moratinos está “mucho más en los Asuntos Propios que en los Exteriores” y reprochó a Rubalcaba que “cierre los ojos” ante las agresiones y vejaciones a las Fuerzas de Seguridad.
También se ha referido a la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, para señalar que ha perdido la mejor oportunidad para demostrar que su Ministerio “sirve para algo”.
La portavoz popular se preguntó dónde estaba el Gobierno cuando los melillenses necesitaban su amparo y apoyo ante un acto ilegal de bloqueo de la frontera y le acusó de “carecer del sentido del deber, de la responsabilidad y del sentido de Estado”.
Finalmente, pidió para España una relación con Marruecos “de primer nivel” si bien, dijo, para ello hace falta “un clima de entendimiento, basado en la transparencia y la lealtad mutua”.
Por su parte, la portavoz de UPyD, Rosa Díez, opinó que tanto Moratinos como Rubalcaba deberían comparecer “sin que nadie se lo pidiera” y emplazóal Gobierno a que reconozca que hubo una crisis política y se enfrente a ella “con solvencia y respeto a los ciudadanos”.
Sin embargo, el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, consideró conveniente que los incidentes no se gestionen como una crisis, “y mucho menos como una catástrofe”, y sí de forma prudente.
El portavoz de ERC, Joan Ridao, rechazó las comparecencias de los ministros y, tras reconocer que no es un conflicto fácil de solucionar, apostó por preguntar a la población melillense, en referéndum, qué quieren ser en un futuro.
CiU también votó en contra y su portavoz, Pere Macías, subrayó la prioridad de unas buenas relaciones con Marruecos en política exterior y abogó por evitar “calentamientos veraniegos”.
En su turno, el portavoz del PSOE, José Antonio Alonso, insistió en que el Gobierno se hizo cargo de la situación desde el primer momento e hizo todas las gestiones diplomáticas precisas “con sensatez y responsabilidad, haciendo mucho y hablando poco”.
Alonso considerado “desleal” que el PP pretendiera convertir lo que eran “altercados puntuales” en una auténtica crisis entre dos países soberanos y censuró la visita del ex presidente José María Aznar ya que, en su opinión, “fue a hacer teatro para rentabilizar una política de desgaste al Gobierno”.