En Melilla se siguen a rajatabla las tradiciones y prueba de ello está en los comercios del centro de la ciudad. Muchas tiendas y locales que pasan de generación en generación y que incluso tienen más de un siglo de vida. Esto le ocurre a la tienda de ultramarinos ‘Alimentación José Cara’, la cual muchos melillenses la conocen por la tradicional ‘Alimentación Pachón’.
La apertura de esta tienda data del año 1908 y se considera la más antigua del centro de Melilla. Muchos han sido sus dueños y trabajadores a lo largo de los años, pero ahora mismo, su dueño no pertenece al linaje de la familia fundadora, sino que más bien fueron sus jefes. José Miguel Cara habló con El Faro acerca de la historia del negocio y el momento en el que él lo cogió para regentarlo.
“Mi jefe era la cuarta generación que estaba en la tienda y ellos al jubilarse, pues como yo llevaba trabajando con ellos durante un tiempo, pues me la ha alquilado a mí ahora para llevarlo yo. Si no recuerdo mal, la abrieron a principios del 1900, pero el año seguro no lo sé. Sé que la cuarta generación era mi jefe y ya te digo, por lo menos ciento y pico años lleva abierta”, empezó contando.
El ahora propietario del establecimiento contó también que esta no es la única tienda que tiene a su disposición, ya que cuenta también con una en el barrio de la Victoria y que se llama ‘Comestible’: “Ahí vamos tirando con las dos hacia adelante, pero bien, lo llevamos bien la verdad”.
A continuación, José describió cómo es un día a día normal en la tienda: “Pues nosotros aquí, la verdad que a primera hora lo que más hacemos son bocadillos, que hacemos muchos bocadillos y después, pues la venta al público. Viene gente para jamón, para embutidos, tenemos embutidos caseros de Almería, tenemos vinos, también de fuera de La Alpujarra, traemos bacalao, traemos varias cosas de fuera”.
“Aquí la verdad que lo que más se vende es el embutido, pero ahora también estamos innovando, como los aceites, que también hemos traído aceites de fuera, de Almería, hemos traído embutidos caseros también. Los vinos que son de La Alpujarra, como vino dulce, hay vermut, hay palo cortado, hay varios tipos de vinos y todo eso lo vamos introduciendo poco a poco, vamos trayendo más cositas”, comentó.
Sobre los bocadillos, explicó que ellos compran el pan de la panadería más cercana y preparan los bocadillos que cada cliente le pida. Aseguró que muchos clientes son jóvenes que van al instituto y que agradecen el precio fijo de un euro y medio o dos euros por bocadillo: “Después ya hay otros de jamón, vienen muchos, por ejemplo, del tema de dietas, que vienen con pesos exactos, entonces, según lo que pese, nosotros trabajamos al peso”.
Sobre los productos que más se venden, José explicó: “Hombre, pues desde el jamón, tenemos también el chorizo de Cantimpalo picante, que también se vende mucho, la pechuga de pavo, queso fresco, el jamón cocido, en general sale todo, porque los bocadillos, claro, cada uno quiere un bocadillo de una cosa, entonces, pues sale todo el embutido, la verdad”.
José agradeció que muchos de los clientes, ya fijos, del local sean aquellos que trabajaron con el anterior dueño y que se mantengan, al igual que se han mantenido algunos productos y otros han cambiado: “El embutido prácticamente hemos mantenido prácticamente todo, pero luego intentamos meter cosas nuevas como los vinos, que los traigo yo. Poco a poco, también hemos traído mieles, mermeladas, chocolates, todo eso, vamos trayendo cosas. A lo mejor voy a una feria y veo algún producto que me interesa, lo traigo, que va bien, pues sigo trayéndolo”.
“El tema de la distribución de la tienda sí que ha cambiado un poco. Por ejemplo, nosotros lo hemos pintado de blanco, la estantería la hemos pintado en marrón. La nevera no estaba así, estaba puesta de otra manera. Las neveras claramente son nuevas, pero las estanterías son las mismas que las de por entonces”, aseguró.
José explicó que tiene un empleado, Lorenzo, y que el horario se divide en dos: el de invierno, de lunes a viernes de nueve de la mañana a dos y media de la tarde y de cinco de la tarde a nueve de la noche. Los sábados solo trabajan en horario matinal. Luego, el horario de verano cambia de lunes a viernes de nueve de la mañana a dos y media de la tarde y de seis de la tarde a nueve y media de la noche, trabajando los sábados solo por la mañana. El dueño explicó que el cambio entre un horario y otro lo hace desde el mismo día en el que cambian la hora.
“Yo ya llevaba unos 7 u 8 años con mi jefe y ahora llevamos un año y medio abierto nosotros. Ahora mismo estoy muy contento. Ya es eso, que sigamos aquí porque yo tengo años de alquiler. Ya no sé si renovaremos, si no renovaremos, pero bueno, la intención mía es seguir. Si no es aquí, en algún sitio por aquí cerca, porque la zona a nosotros nos gusta”, argumentó.
Luego, recordó el momento en el que le avisaron para empezar a trabajar: “Me llamaron para empezar aquí, porque se iba una muchacha estaba aquí trabajando y ya vine, empecé y ya sigo aquí. Yo antes pues he trabajado en la obra, en el tema de invernaderos, porque yo soy de Almería. Y ya vine aquí, empecé aquí y la verdad pues que no se me da muy mal”.